Los Mochis, Sin.- José Joaquín es un niño de siete años que el pasado mes de abril empezó con dolores de cabeza, por lo que sus papás lo llevaron a consulta médica y aparentemente “todo salió bien” en los análisis, por lo que el doctor les dijo que sólo ocupaba lentes.
Pero el niño siguió con dolores de cabeza y mucho vómito, por lo que por su cuenta le hicieron una tomografía sin orden médica, y es a partir de ahí donde empieza el viacrusis, le hacen resonancia, lo revisaron varios doctores y su diagnóstico fue un tumor cerebral cancerígeno prácticamente inoperable en Los Mochis.
Sigue toda la información de Los Mochis en la sección especial de Línea Directa
La familia se va a Hermosillo donde vive actualmente, buscaron un neurocirujano pediatra pero igual que los demás médicos les decía que lo dejaran vivir “los días que le quedaban”. En su desesperación se fueron a Tijuana a consultar a otro doctor y ver más opciones, pero hasta ese momento tampoco no recibían ni ningún comentario positivo o alentador.
En su búsqueda de ayuda para salvar a José Joaquín, sus padres lo llevaron Estados Unidos, donde los médicos diagnosticaron que no era cáncer sino un astrocitoma pilocitico cerebeloso, es decir, un tumor cerebral benigno del que finalmente el niño fue operado, pero perdió el habla y quedó paralizado del lado derecho de su cuerpo, pero gracias a varios tipos de terapias recibidas para atender sus diferentes problemas, ya puede hablar, aunque aún necesita recuperar el equilibrio y la fuerza para mover sus extremidades, comparte a Línea Directa, su mamá Alejandra Armenta.
“Nuestra última ida después de su operación fue en octubre, y pues la verdad ahí se acabaron nuestros ahorros, sale completamente de nuestras manos, como este año operaron a mi hijo, las citas son cada tres meses y tenemos que volver a llevarlo para que en el nombre de Jesús nunca le vuelva a salir de nuevo el tumor a mi hijo”, expuso
Contenido de Twitter
Para continuar su recuperación, cada tres meses el niño tiene que ser llevado a Estados Unidos a revisión médica para el seguimiento, por lo que le hacen diversos estudios, resonancias y tomografías para verificar que neurológicamente todo esté bien, pero esos viajes y estudios implican mucho gasto y sus padres ya no tienen recursos, por lo que piden apoyo a quien les pueda ayudar.
Gracias a la recuperación que está logrando con sus terapias y tratamiento, el pasado mes de noviembre José Joaquín retomó clases a distancia, en una escuela donde lo aceptan sin asistir de manera presencial al segundo grado.
Si usted desea apoyar a este pequeño, puede depositar su donativo al número de cuenta 4152-3137-0655-9395 BBVA, a nombre de su mamá, Alejandra Armenta.