Culiacán, Sin.- El
cubrebocas no deja ver su sonrisa, pero en sus ojos se ven esas ganas de salir
a tomar el balón para encestarlo como lo hacía hace un año.
Alondra jugaba basquetbol y hoy sólo puede limitar la conveniencia con sus
amigos a una simple charla; no puede brincar, ni correr y mucho menos
exaltarse, la leucemia que padece la tiene atada, pero su ánimo no decae ni por
un minuto.
?Sí, pero a veces
me siento cansada; sí, la quimio, pues jugar porque no es la misma, no puedo
brincar, no puedo correr, no puedo estar mucho en el sol; bien, nomás que es
puro platicar, no corro, no hago nada?, expresó.
Hace un año, los
dolores en la garganta iniciaron y durante un partido de basquet se desvaneció,
por lo que su entrenador solicitó a su madre un dictamen médico para conocer el
motivo de los mareos.
Para Elizabeth Báez, madre de Alondra, la noticia fue dura: leucemia linfoblástica
aguda; al escuchar el diagnostico sintió que el mundo se le venía encima; cómo
era posible que su pequeña de sólo 11 años tuviera que enfrentarse a la muerte
de esa manera.
?Ella empezó el 26
de febrero del 2014, ya va para un año, ahora el 26, a ella le diagnosticaron
leucemia?.
-¿Cómo fue para
usted recibir esta noticia?
?Fue muy dura, muy
pesado fue que me hayan dicho lo de ella, porque yo no me lo esperaba?.
El vía crucis
inició: quimioterapias cada ocho días; no aceptó un corte de cabello,
consciente de lo que ocurriría, Alondra pidió que la raparan para evitar ver
que el pelo se caería.
Para Alondra esto
no es el fin, el futuro es algo que avizora de una manera clara, más que muchos
lo pudiéramos ver, el proceso no ha sido fácil, pero tiene su visión puesta en
un objetivo: recuperar su salud y volver a encestar un balón.
?Pues que digan
todo lo que sienten, no me dolía nada, nunca presenté nada hasta que me
mandaron hacer los análisis, estar internada por las pancreatitis y las
sondas?.
-¿Oye y qué
quieres ser cuando seas grande, después de salir de todo esto??Pues no sé, dicen
que voy a salir toda una enfermera?.
Como ella, muchas,
diariamente el Hospital Pediátrico de Sinaloa escribe nuevas historias, unas
felices cuando un niño con cáncer logra salir avante en esta lucha y otras más
de tristeza, la muerte anticipada, la que declaró la guerra mediante los
resultados médicos, llega y se lleva el alma y el cuerpo marcado por tantas
agujas que marcan la lucha emprendida en contra de esta terrible enfermedad.
La lucha contra el
cáncer es permanente, el papel que juega el personal del hospital es esencial y
marca la diferencia entre la vida y la muerte; el aula hospitalaria ofrece a
los pacientes legalización escolar, así como los voluntarios y practicantes que
todos los días trabajan para obtener una sonrisa de los rostros cansados de los
niños enfermos. VER VIDEO AQUÍ
Alondra, lucha por recuperar su salud y volver a encestar el balón
La niña, de tan sólo 11 años, se enfrente a una leucemia linfoblástica aguda, que la combate día a día
Fuente: Internet