Los Mochis, Sin.- Mientras la mayoría de los padres festejan su día en compañía de su familia, ya sea en sus casas o en algún restaurante, otros tuvieron que trabajar para poder llevar el sustento a su hogar o porque el domingo está dentro de su horario laboral y tuvieron que pasar este día como cualquier otro.
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Tal es el caso de aquellos que están dedicados a cuidar, ayudar y hasta enterrar a quienes por una u otra razón sufren accidentes, algún percance de seguridad o hasta pierden la vida.
Elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y de la Dirección de Tránsito Municipal de Ahome, que tuvieron que trabajar el turno de día, pasaron este domingo recorriendo las calles para brindar tranquilidad a quienes sí pudieron festejar de alguna forma el Día del Padre, para que todo transcurra en calma y que no ocurra algún accidente vial con un mal desenlace.
Por su parte a los integrantes del cuerpo de Bomberos, Protección Civil y paramédicos les tocó trabajar y estar al pendiente de lo que pudiera ocurrir, aunque en el caso de Summa, su coordinador operativo, Donaldo Immer Reyes Cháidez, dijo que tratarían de reunirse en su central para tener una pequeña comida y que el día no pase desapercibido, pero siempre al pendiente de lo que se le ofrezca a la ciudadanía.
“El día de hoy estaremos laborando en el turno 16 paramédicos, ocho somos papás y nos toca a nosotros trabajar de forma normal, de forma continua, sin interrupciones cuidando lo que viene siendo la población ahomense o cualquier persona que solicite una ambulancia, Sin embargo, tratamos nosotros de reunirnos aquí en nuestra central y hacemos una pequeña comida un pequeño convivio nada más para que al personal no se le olvide que estamos festejando el Día del Padre, por así decirlo”, dijo.
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Así también hay padres que les toco ser funerarios y tienen que trabajar este domingo sin poder festejar en compañía de sus seres queridos, tal es el caso de Eduardo, quien explica que en su trabajo no hay un horario especifico porque lamentablemente en cualquier momento se puede ocupar de su servicio.
“Soy funerario, para nosotros es un día normal, no nos tocó festejar como la mayoría de los padres; el trabajo que nosotros desempeñamos lamentablemente no tiene hora ni fecha, nosotros lo tomamos como un día normal, no hay festejo a pesar de que somos padres, nos tocó ser funerarios”, comentó.
La mayoría concuerda que, aunque les tocó trabajar y no festejar, se sienten contentos con recibir un abrazo cariñoso de sus hijos y aseguran que el mejor regalo que pueden tener es ver que lo que hacen por sus familias está dando resultados y de alguna forma están formando personas de bien.