Guasave, Sin.- No se puede atribuir a los comercios con venta de alcohol el incremento de casos de COVID-19 que se dio al iniciar este año porque la mayoría cumple con las normas sanitarios sino más bien fue el relajamiento social donde se organizaron fiestas familiares en la temporada decembrina, consideró el delegado de Inspección y Normatividad Socorro Castro Gálvez.
El funcionario estatal señaló que después de permanecer varios meses cerrados al público por la contingencia sanitaria del Coronavirus al abrir de nuevo los restaurantes y bares con venta de bebidas embriagantes no hubo un repunte de contagios como sí ocurrió al empezar el 2021 pero por la convivencia familiar y el flujo de personas propios de esas fechas.
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“Los restaurantes están abiertos desde agosto, en el caso de bares y cantinas tradicionales que los cerraron por más de seis meses y medio volvieron a abrir en octubre, si te fijas cuando ellos volvieron a abrir no hubo un repunte de casos, no se puede culpar a nadie sobre esto más que el mismo relajamiento social que hubo en las fiestas decembrinas, fue un mes de posadas de visitas familiares”, externó.
Castro Gálvez recordó que el fin de semana pasado hubo un cierre voluntario de bares y restaurantes como medida preventiva para evitar un repunte más elevado de casos de COVID-19 pero finalmente estimó que en eso lugares no está mayormente el problema de contagios si no en la conducta de la gente en eventos particulares.
El funcionario estatal lamentó que debido a la crisis económica que también ha dejado la pandemia hay negocios pudieran ya no poder abrir definitivamente como es el caso de uno que se localiza en céntrica plaza, pues no pudo recuperarse después de meses sin funcionar.
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