A ser auténticos discípulos de Jesús, llama el Obispo

Culiacán,
Sin.- El Obispo Jonás Guerrero Corona encabezó la tradicional procesión del
Domingo de Ramos en las inmediaciones de la Catedral de Culiacán, con la cual inicia el
periodo de Semana Santa, que tendrá su mayor exposición con los días santos del
triduo pascual, donde se conmemora la pasión de Jesucristo.
Desde el
kiosco de la plazuela Álvaro Obregón, el nuevo Obispo de Culiacán bendijo las
palmas que llevaron decenas de fieles que participaron en la procesión, y
recordó que esta aclamación de palmas nos compromete a ser auténticos
discípulos de Jesús.
?Vamos a aclamar a Jesús como en aquel tiempo
en su entrada triunfante en Jerusalén, su palma indica que todos nosotros somos
discípulos suyos, vamos a agitar nuestras palmas anhelando ser auténticos
discípulos, cada uno sabe en qué nivel de discipulado se encuentra, que esta
celebración de palmas nos haga anhelar ser auténticamente discípulos suyos,
cantando pues, vamos a ir a la
Catedral a celebrar la Eucaristía y aclamemos a Cristo llenos de gozo,
cantamos todos, Que viva mi Cristo, que vida mi rey?, señaló el jerarca
católica mientras daba inicio a la procesión hacia Catedral.
Al término
de la santa misa donde se leyó el Evangelio que narra la última cena, captura y
juicio a Jesús, el Obispo de Culiacán pidió a todos los fieles llevar sus
palmas benditas y colocarlas en un sitio especial en sus casas, como
recordatorio para toda la familia de vivir intensamente estos días santos y de reiterar
nuestro compromiso de mejorar como discípulos de Jesús.
Las
siguientes actividades que restan en la Semana
Santa son la misa crismal el martes a las 11:00 horas en
Catedral, donde todos los presbíteros renuevan sus votos sacerdotales, seguida
del inicio del triduo pascual el jueves santo a las 5:00 de la tarde, donde se
conmemora la última cena, la bendición de los panes y el lavatorio de pies.
El viernes
es obligatorio el ayuno y la abstinencia de carnes rojas hasta mediodía, además
de que durante la mañana se celebra el víacrucis en todas las parroquias, y por
la tarde se congregan los fieles en los templos para la meditación de la
palabra de Jesús y la adoración de la
Cruz.
Finalmente,
el sábado es la vigilia pascual y el domingo se celebra la Resurrección del
Señor.