Mazatlán, Sin. – Ante el rebote de casos COVID-19 en Mazatlán, la Delegación de Vialidad y Transporte está en charlas con el titular estatal para determinar el número de pasajeros que puedan viajar en los vehículos del servicio público, detalló Mario Rafael González Sánchez.
El delegado en Mazatlán recalcó que por el momento el servicio es normal, ya que la mayoría de las personas que utilizan las unidades de transporte son de edad adulta y cuentan con mínimo dos dosis, pero ese no es motivo para que bajen la guardia y sigan apegados a los lineamientos de salud, es decir uso obligatorio de cubrebocas, gel para manos, desinfección de las unidades, además estará prohibido abordar al vehículo al usuario que no porte el principal aditamento higiénico.
“Hasta que el protocolo sanitario por parte del secretario de Salud nos ordene que empecemos a disminuir a la participación que suban a los autobuses le vamos a dar el cumplimiento”.
González Sánchez recalcó que al conductor de cualquier unidad de servicio público que sea sorprendido sin cubrebocas será sancionado, el costo de la infracción podría ascender de 900 a mil 500 pesos, podría tener descuento por pronto pago, pero si es reincidente perderá el beneficio.
Relacionado a las infracciones que fueron aplicadas por el personal de Culiacán que realizo operativos en Mazatlán, está en diálogos con el delegado estatal para la cancelación de dicha multa o acceder a un módico descuento, con la consigna de realizar el trámite a la brevedad posible.