Culiacán, Sinaloa.- El llamado “jueves negro” o “Culiacanazo”, ocurrido hace dos años, dejó un saldo de muertos no especificado por la autoridad que aún permanecen impunes de un operativo mal planeado para detener y luego liberar a Ovidio Guzmán, señaló Oscar Loza Ochoa, de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos.
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En entrevista para el noticiero Línea Directa en su emisión sabatina conducida por Axel Avendaño y Carola Rojo, explicó que la Ley contempla reparación del daño pero no se hizo de parte de ningún nivel de gobierno mexicano, que quedó muy mal a los sinaloenses, pues quizá la autoridad si conoció y tiene la cifra de muertos de aquel “jueves negro”, pero es una herida que no sana para las familias de las víctimas porque no fueron atendidas ni hubo detenidos como responsables de los hechos que tuvieron 19 puntos con gente armada y quema de camiones, incluida la amenaza a militares y sus familias.
Dijo que no solamente había que hacer el recuento de los daños sino también la reparación de los mismos y lo que refirió el presidente Andrés Manuel López Obrador cuando trata de justificar la medida oficial, al dar una declaración, habla que de no haber liberado al detenido hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, unas 200 personas pudieron perder la vida, pero sí hubo víctimas; dieron a conocer de dos personas, pero nunca aclararon el número total de muertos y heridos.
Asimismo, refirió que no fue la mejor decisión en aquel momento en el operativo donde no solo participaron autoridades mexicanas, sino estadounidenses, y si decidieron liberar a Ovidio Guzmán hay una deuda todavía de parte de las autoridades porque no hay detenidos a la fecha, lo que evidencia una falla enorme de parte de la autoridad.
Lo que debieron hacer inmediatamente después de los hechos es reiniciar la investigación y persecución de quienes resultaran responsables, recalcó el defensor de derechos humanos.
Consideró que si hay un antes y un después porque el saldo quedó de ese día han quedado en la impunidad porque no hay ningún detenido después de esos hechos ocurridos hace dos años pues la gente prefirió no presentar quejas y dejar las cosas así porque sabe que son grupos muy poderosos.
“No hay nadie que haya respondido ante un tribunal por una situación de este tipo y pues eso nos deja con un sabor de boca muy pero muy amargo porque después de eso hubo otros eventos al norte de la ciudad y hacia la parte serrana de la sindicatura de Tepuche donde la inseguridad continúa”, comentó.
Agregó Loza Ochoa que hay dos hechos que como sinaloenses nos han marcado fuertemente: Los hechos violentos del 8 de mayo del 2008 donde un comando asesinó a tres jóvenes afuera de un centro comercial, uno de ellos resultó ser Edgar Guzmán, donde los sicarios utilizaron una bazuka y se hicieron más de 500 disparos y la gente de manera voluntaria mantuvo toque de queda ante el temor de salir de sus casas. Y el otro fue ese jueves negro del “Culiacanazo”, el 17 de octubre de 2019 donde ante el operativo de detención y liberación de Ovidio Guzmán, otro de los hijos de Joaquín Guzmán Loera, el narcotraficante sinaloense detenido y extraditado a Estados Unidos.
