México.- Miles de mexicanos son vulnerables a contagiarse de influenza y otras enfermedades respiratorias durante la temporada invernal, si tú estás en esta situación, aquí tienes algunos consejos para cuidarte y aliviar los síntomas.
La influenza, también conocida como gripe, es una infección respiratoria causada por los virus de la influenza. Estos virus se dividen en tres tipos principales: A, B y C. Los tipos A y B son los responsables de las epidemias estacionales que ocurren cada invierno, mientras que el tipo C causa infecciones respiratorias más leves y no suele provocar epidemias.
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Si ya te contagiaste o padeces de los síntomas, es importante que acudas al médico y no te automediques. Además, puedes seguir estas recomendaciones:
· Es fundamental descansar lo suficiente para permitir que tu cuerpo se recupere. Evita actividades físicas intensas y mantente en cama si es posible.
· Bebe muchos líquidos, especialmente agua, para mantenerte hidratado. También puedes consumir jugos de frutas, tés y sopas.
· Fiebre y dolor: Puedes tomar medicamentos como paracetamol o ibuprofeno para reducir la fiebre y aliviar el dolor, siempre bajo la orientación de un médico.
· Gárgaras con agua y sal: Esto puede ayudar a aliviar el dolor de garganta.
· Compresas calientes: Coloca una bolsa de agua caliente o una compresa caliente en los músculos para aliviar el dolor muscular.
· Utiliza un humidificador en tu habitación para mantener la humedad del aire, lo que puede ayudar a aliviar la tos y la resequedad de la nariz.
· Para evitar contagiar a otros, mantén una distancia adecuada y evita compartir utensilios, alimentos o bebidas.
· Si los síntomas persisten o empeoran, es importante acudir a un médico para recibir el tratamiento adecuado.
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La influenza se transmite de persona a persona a través de las gotitas respiratorias que se expulsan al toser, estornudar o hablar. También se puede contraer al tocar superficies contaminadas y luego tocarse la boca, nariz o ojos.
La forma más efectiva de prevenir la influenza es vacunarse cada año, ya que los virus de la influenza cambian constantemente. Lavarse las manos con frecuencia y usar desinfectantes de manos, usar un pañuelo desechable o el codo. Evitar el contacto cercano, mantener distancia con personas enfermas y el uso de mascarillas en lugares concurridos o en caso de brotes.
