Salud.- De acuerdo a una investigación publicada en la revista Natura, en la que participa un equipo de científicos de la Escuela de Medicina de Stanford, de Estados Unidos, y de la Universidad de Saarland, de Alemania; se ha revelado que las personas que las personas que fallecieron por COVID-19 muestran daños en el cerebro, similares a los que ocasiona el Alzheimer y el Parkinson.
Da click aquí y encuentra más información de Línea Directa Portal en nuestra página de Google News
Según los expertos, al realizar un estudio molecular en cerebros de personas que fallecieron por el virus del COVID-19 (SARS-CoV-2), se observan signos de inflamación y circuitos cerebrales dañados, características que se encuentran en cerebros de personas fallecidas por enfermedades neurodegenerativas.
“La infección viral parece desencadenar respuestas inflamatorias en todo el cuerpo que pueden causar señales inflamatorias a través de la barrera hematoencefálica, que a su vez podría disparar la neuroinflamación en el cerebro”, dice el estudio.
Los científicos utilizaron un enfoque de secuenciación de ARN unicelular para analizar muestras de tejido cerebral en pacientes COVID-19; los resultados mostraron que la corteza cerebral también presentaron anomalías en la región del cerebro que juega un papel clave en la memoria, el razonamiento matemático y la toma de decisiones.
De acuerdo con Tony Wyss-Coray, uno de los autores del estudio, este hallazgo podría ayudar a explicar las secuelas que algunos pacientes presentan al enfermar de COVID-19 como confusión mental, fatiga y otros síntomas neurológicos y psiquiátricos.
Según el estudio realizado en pacientes de España, Italia, Francia y China, algunas personas que enfermaron por coronavirus presentan insomnio, delirios, confusión, depresión y ansiedad, ya sea durante la hospitalización e incluso después de su alta.
Con base en estos datos, el equipo de científicos se encuentra estudiando la posibilidad contundente respecto a que las personas que sobrevivientes al COVID-19 se pudieran encontrar en alto riesgo de desarrollar posteriormente patologías neurológicas, y, en particular, las enfermedades de Alzheimer y Parkinson.
