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México.- La peores películas de terror nos han mostrado en innumerables ocasiones escenas en las que los protagonistas no reconocen los rostros que tienen frente a ellos; a otros se ven al espejo, saben que es su reflejo, pero no pueden reconocerse.
Pero la realidad supera la ficción, y esto no es un tema sacado de la mente de algún productor cinematográfico, es algo que sucede y aunque de manera rara, con la que conviven muchas personas en el planeta.
Se trata de la prosopagnosia, también conocida como ceguera facial, que es la incapacidad de reconocer las caras, tanto de personas conocidas, nuevas, entre rostros similares, e incluso la propia.
Es, de acuerdo a especialistas en salud mental, una alteración de la percepción que impide reconocer la información sensorial que recibimos; no son capaces de reconocer a nadie, aunque convivan con ellos a diario.
Jesús Porta Etessam, vicepresidente de la Sociedad Española de Neurología -SEN-, indica que la prosopagnosia no es una agnosia visual -se pierde la capacidad de de reconocer las cosas pese a que no hay problemas en la visión.
“Para que se defina como prosopagnosia sólo se tiene dificultad al reconocer las caras. Si no reconocen, por ejemplo, tampoco las figuras o los objetos se trata de una agnosia visual”.
Se destaca además en n estudio sobre prosopagnosia del StatPearls, que la enfermedad cerebral puede tener una causa congénita por lo que las dificultades pueden observarse desde la infancia o incluso pasar desapercibidas si la persona es capaz de desarrollar estrategias para compensar este déficit y su vida cotidiana transcurre sin problemas.
Y aunque no suele representar ninguna lesión en el cerebro, quien la padece y no ha sabido controlarla y tratarla, puede estar viviendo una de las peores situaciones.
No tienes la capacidad de detallar un rosto, este se nubla o se difumina, hazte estudios neurológicos, quizá eres víctima de la prosopagnosia y aún no lo sabes
De acuerdo a la sociedad Española de Neurología, estos son algunos síntomas de esta rara enfermedad:
• El paciente no es capaz de reconocer caras conocidas. En los casos más graves no reconoce a sus familiares a o su propio reflejo en el espejo.
• Es frecuente que se reconozca al resto de personas por ciertas características en el rostro (cejas, verrugas, bigotes…), por la voz o por la forma de caminar.
• Diferenciar las caras entraña más dificultad en imágenes estáticas, como una fotografía, que en la vida real.
“En los casos más graves la persona puede llegar a tener dificultades para reconocerse a sí mismo en los espejos”, indicó Joan Ferri, director general de Vithas NeuroRHB, el Servicio de neurorrehabilitación del grupo Vithas.
