Una de las lesiones más graves que puede ocurrirle a un adulto mayor es la fractura de cadera.
Esta eventualidad ocurre con frecuencia a adultos de edades mayores a los 60 años y con mayor porcentaje en mujeres por ser quienes pierden más masa ósea que las hace 70% más vulnerables a sufrir este tipo de fractura durante una caída.
Se conoce como fractura de cadera al rompimiento del fémur el hueso más largo del muslo en su unión con la pelvis.
Los principales síntomas de este traumatismo son:
Dolor en la ingle y cadera
Hinchazón en la pierna
Imposibilidad de movilidad en la pierna y caminar o ponerse en pie
Rigidez y hematomas
Una pierna, la del lado lesionado, se ve más corta que la otra.
El giro de la pierna hacia afuera es más prominente en el lado lesionado.
Esta lesión es de gravedad pues puede poner en peligro la vida de quienes la han padecido.
La osteoporosis por la edad avanzada hace que los ancianos sean más vulnerables por la debilidad y fragilidad de sus huesos.
Factores de riesgo: Ser una persona de edad mayor a los 60 años, más si se es mujer.
Tomar muchos medicamentos.
Tener mala visión y audición.
Problemas de equilibrio.
Tener antecedentes de tabaquismo y alcoholismo.
Trastornos médicos crónicos:
De tiroides
Cognitivos (como demencia, Parkinson, Alzheimer, accidentes cerebrovasculares)
Intestinales
Medicarse con cortisona
Medicarse con sustancias que le ocasionan mareos.
Las complicaciones de una fractura de cadera van desde la inmovilización de una persona por demasiado tiempo llegando a presentar riesgo de coágulos de sangre en las piernas, trombosis pulmonar y cardíaca; neumonía; escaras; infecciones en las vías urinarias; pérdida de masa muscular; y todo este causa tal impacto en la vida del paciente que llega a reducir la independencia y la expectativa de vida de este.
Es por eso que es importante actuar de inmediato ante una caída y la presencia de cualquiera de los síntomas antes descritos.
Descartar cualquier fractura es indispensable para dar un tratamiento adecuado a las lesiones si las hubiera y reducir los riesgos de muerte por traumatismo de este tipo.
A pesar de lo difícil que puede llegar a ser, estar al pendiente de un adulto mayor es importante y vital .
Entre las recomendaciones para prevenir estás lesiones están que las personas de la tercera edad no permanezcan solos en casa y que cualquier mueble u objeto que pueda ser motivo de caídas se quite del paso común de los abuelos.
Recuerda que como los vemos quizá nos veremos y hay que apoyarlos en la última etapa de sus vidas.
