México. Los problemas de salud relacionados a la mala circulación cada vez son más comunes entre hombres y mujeres. Para entender un poco más, es importante precisar que la mala circulación, es cuando se reduce el flujo de sangre a una parte específica del cuerpo.
Esta situación también es conocida como perfusión, aunque no es tan popular referirse con este nombre al momento en que la sangre no circula correctamente y el oxígeno transportado en la sangre no llega a los tejidos musculares de forma eficaz.
Ahora bien, esta falta de un flujo correcto en la sangre puede provocar rigidez y calambres en los músculos, pero, en realidad son muchos más los síntomas.
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Cuidado si quieres evitar o aminorar los síntomas de este mal, pues algunos de los factores los enlistamos a continuación:
- Malos hábitos: tabaquismo, consumo de alcohol, una dieta basada en alimentos ricos en grasas saturadas y sedentarismo
- Nivel de colesterol alto y presión arterial alta
- Obesidad o sobrepeso elevado
- Estrés
- Factores hereditarios como son antecedentes familiares de ateroesclerosis
Una mala circulación sanguínea afecta sobre todo a pies y piernas, primeramente, antes de mostrarse bajo otros síntomas en el cuerpo. De esta manera podría representarse en cansancio excesivo y/o el dolor en las extremidades.
Tener una mala circulación se representará en ocasiones mediante un agotamiento constante, con problemas de movilidad, ya que los nutrientes no llegan de manera correcta a nuestros pies y piernas provocando esta pesadez.
Lo primero para evitar caer en una situación grave de circulación, es mover los pies y las piernas, dar breves paseos y si estamos sentados intentar no cruzar las piernas, ya que los callados femorales se cierran, favoreciendo la aparición de varices y problemas circulatorios. Además, es positivo utilizar un reposapiés.