De acuerdo a las autoridades de salud, en el mundo, para el 2015 las personas con problemas de demencia serán incluso el doble de las que son ahora.
Demencia se refiere a un deterioro grave de la capacidad mental que interfiere con la vida cotidiana. La pérdida de memoria es un ejemplo. El Alzheimer es el tipo más común de demencia. Y precisamente, la enfermedad de Alzheimer es responsable de un 60 a 80 por ciento de los casos.
Ahora bien, en medio de este padecimiento, es importante mencionar que la dieta alimentaria de la persona resulta ser de gran importancia. Pues hay alimentos que podrían generar una afectación más grave, mientras que hay otros que podrían en cierta forma colaborar.
En primer lugar, los alimentos que causan cierta inflamación, deben ser eliminados de la dieta, totalmente. Se trata de: alimentos procesados, azúcar, aceites no saludables, cantidades excesivas de carne roja, alcohol.
En tanto, los que causan un efecto contrario, son: pescado, frutas, verduras, nueces, semillas, té y legumbres.
Una dieta que favorece la inflamación se asocia a mayor probabilidades de sufrir demencia. Entonces, es importante mantenerse cuidadosos de la calidad de los alimentos que se consumen, evitando carnes rojas, harinas refinadas, azúcares y sobre todo ultraprocesados que son los que mayor proporción de nutrientes que favorecen la inflamación poseen.
Por el contrario, una dieta antiinflamatoria rica en antioxidantes, en fibra, así como también en omega 3, vitaminas y minerales puede ayudar a alejarse de enfermedades diversas y proteger la salud.