Estados Unidos. Los síntomas prolongados del COVID-19 son una realidad; pues determinada cantidad de personas que dio positivo al virus en algún momento de los casi tres años de pandemia, refiere sufrir aún por secuelas.
Esos síntomas prolongados son diversos acorde a cada uno de los organismos de los pacientes afectados. Recordar en ese sentido que el COVID-19 sigue siendo hasta cierto punto una enfermedad desconocida en su impacto tanto durante como posteriormente. Y es que cada persona experimenta un distinto padecimiento, aunque todo va alrededor del coronavirus, un virus precisamente que mantiene en pandemia al mundo entero desde finales del 2019, cuando apareció en Wuhan, China.
Según un estudio reciente realizado por investigadores, expertos y especialistas, al menos uno de cada ocho pacientes que en algún momento se contagiaron, desarrolla síntomas del COVID-19 de larga duración.
Ante ello, ha surgido la incertidumbre y preocupación por los síntomas perdurables, de larga duración, luego de haberse “recuperado” del virus.
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Esto se determina a través de un estudio en el cual se realizó un análisis en más de 76 mil 400 adultos en Países Bajos; los resultados fueron compartidos por The Lancet.
“Al observar los síntomas de un grupo de control no infectado y en individuos antes y después de una infección de COVID, pudimos ver los síntomas que podrían ser resultado de aspectos sanitarios no infecciosos de la pandemia, como el estrés causado por las restricciones y la incertidumbre”, explicó el estudio.
Se determinó además que los síntomas comunes del COVID prolongado incluyen dolor de pecho, dificultades respiratorias, dolor muscular, pérdida de gusto y olfato y fatiga.
