Salud.- No es ningún secreto que una de las medidas sanitarias contra el coronavirus es el uso de cubrebocas; y es que el COVID-19 es posible transmitirlo a través del aire y los aerosoles expulsados por nuestra boca al hablar o al respirar. Esto podría multiplicarse, ya que se ha descubierto que el polen de árboles y flores aumenta el riesgo de contagio en zonas pobladas.
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Así lo ha comprobado un estudio de la Universidad Nicosia, en Chipre, donde crearon una simulación para medir si el polen era un canal de transporte para el virus, ayudando a que se propague más rápido.
De acuerdo al equipo investigador, sus resultaros concluyeron que una ligera brisa puede hacer que el polen viaje hasta 20 metros en menos de un minuto y que es probable que mueva partículas de COVID-19 a su paso.
Al respecto, los expertos destacan la necesidad de aumentar el distanciamiento social en comunidades y ciudades muy pobladas, además de continuar usando de manera correcta el cubrebocas.
“Hasta donde sabemos, esta es la primera vez que mostramos a través de modelos y simulación cómo los microgranos de polen en el aire se transportan con una brisa ligera, lo que contribuye a la transmisión de virus en el aire en multitudes al aire libre”, señalan los expertos.
Con este descubrimiento, los científicos comenzarán a investigar a detalle la interacción entre el polen en el aire y el sistema respiratorio humano, con ello podrán definir la realidad del riesgo.
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