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Culiacán, Sin. – Lo que parecía un simple conato de incendio se salió de control y se convirtió un verdadero infierno cuando un depósito de llantas era consumido por el fuego en la sindicatura de Culiacancito.
Más de 4 mil llantas era la causa de que los bomberos tardaran varias horas para poder sofocar el siniestro.
Cuando los grupos de rescates se percataron que las llamas avanzaban rápidamente y con el temor que estas se extendieran hacia los predios contiguos solicitaron el apoyo a los Bomberos de Culiacán y Veteranos.
La columna de humo se podía apreciar desde la ciudad de Culiacán y de sindicaturas aledañas a Culiacancito, esto a pesar de que el incendio era cubierto por la oscuridad de la noche.
Los “apagafuegos” se colocaron estratégicamente para poder frenar el paso de las llamas y ante el temor de quedarse sin suministro solicitaron ocho pipas con agua: dos de Culiacancito, tres de Culiacán, una de los Bomberos Veteranos y dos más del Ayuntamiento.
Las autoridades solicitaban por radio unidades de seguridad para evitar que los curiosos se acercaran para ver el incendio o tratar de tomar alguna foto o video de la situación.
Ante el riesgo que estaba latente para un rancho contiguo, los bomberos rociaron agua a una caballeriza para evitar que esta se prendiera y ordenaron que sacaran los animales que había en la zona, al igual a las personas que se encontraban cerca.
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Tras un gran esfuerzo casi sobrehumano, los bomberos lograron calmar las llamaradas en la zona.
