?Una ciudad muy pequeña para un capo tan grande?

Los Mochis, Sin.-
Desde la noche del jueves, el sonido de ráfagas de alto poder avisaban de la
tormenta que estaba por llegar a Los Mochis; durante la madrugada continuaron
los disparos por parte de los elementos de la Secretaría de Marina y un grupo
de delincuentes en el sector Las Palmas; y ya por la mañana, el Presidente
confirmaba un rumor que cada vez cobraba más fuerza: ?El Chapo? Guzmán había
sido detenido.
La primer balacera
nunca fue confirmada pero lo que ocurrió por la madrugada no pudo haberse
ocultado: disparos de armas cortas y largas, explosiones y el sobrevuelo a baja
altura de por lo menos dos helicópteros, despertaban al sector norponiente de
Los Mochis.
La ciudad se
despertaba sin saber lo que ocurría, pero la magnitud del operativo indicaba el
tamaño del objetivo y sólo había uno de esa envergadura, la tarea que el mismo
Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, puso como prioridad a los
elementos de la Marina: recapturar a Joaquín Guzmán Loera.
Ya luego de su
último escape, el pasado 11 de julio del penal de Máxima Seguridad de El
Altiplano, ?El Chapo? Guzmán había sido ubicado en Los Mochis por los grupos de
inteligencia de la Marina, pero rápidamente huyó a la zona serrana del sur del
estado, donde también logró escapar luego de una balacera en una pequeña
comunidad.
Pero este viernes
8 de enero del 2016, la suerte no le sonrió al capo del Cártel de Sinaloa, quien
se encontraba una casa de seguridad que, al igual que las otras, tenía un túnel
para un escape subterráneo que obviamente fue diseñado desde mucho tiempo antes
que el narcotraficante llegara; otra vez un túnel, otra vez al sistema de
drenajes y otra vez en un cuarto de renta.Luego de salir por una alcantarilla ubicada en la esquina de Rosales y Jiquilpan atreves del sistema de drenaje pluvial y ya acompañado únicamente por su jefe de escoltas y presunto jefe del cártel en el norte del estado: Orso Iván Gastélum Cruz, alias ?El Cholo? Iván, tomó un vehículo que lo llevó directamente a la habitación número 51 del Motel Doux, donde fue aprehendido en
un operativo conjunto de la Marina, el Ejército y la Policía Federal
Preventiva.
Casi de inmediato
fue llevado al Aeropuerto Internacional del Valle del Fuerte, donde fue subido
a un avión que lo llevó directamente a la capital del país para comenzar de
nuevo con su proceso de reclusión y la promesa del Gobierno Federal de que ya
no habría una tercera fuga, promesa que es vigilada muy de cerca por el
gobierno estadounidense.RMC