Culiacán, Sin.– Después de permanecer por más de seis horas perdidos en lo alto del cerro que está a la altura del hípico rumbo al sector norte de la capital del estado, los cuatro jóvenes que se aventuraron a ésta travesía temieron por su vida y experimentaron un amargo sabor de boca.
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Los caminos no son tan fáciles de recorrer, y la inexperiencia, ha dejado ya a varios con el “Jesús en la boca” asegurando que esta actividad debe ir emparejada con experiencia y prevenciones, sobre todo en esta época en la que el calor es peligroso.
Se quedaron sin agua, en la oscuridad y dando círculos; de no haber sido por sus celulares que los mantuvieron en comunicación, su historia sería distinta.
Fue gracias a que un celular se mantuvo con la suficiente carga para aluzarles un poco el camino y comunicarse con Esteban el joven que encontró el camino de regreso y pudo bajar del cerro además de mandarles ubicaciones vía WhatsApp a policías y bomberos que participaron, los senderistas pudieron ser rescatados.
Policías y bomberos se encontraron en la zona conocida como la ‘’Y’’ donde se divide el camino corto y el camino largo; desde ahí decidieron desplegarse para tener mayor rango y encontrar a los jóvenes lo más antes posible; los bomberos de Culiacán localizaron primero a los jóvenes y tras una pequeña revisión y darles unos sorbos de agua, continuaron su descenso bajando lentamente debido a que ya estaban algo cansados y deshidratados.
Los senderistas venían muy desilusionados de su paseo y con un amargo sabor de boca y ante la incertidumbre inminente de ser atacados o picados por algún animal ponzoñoso.
Carlos comentó que ya no vuelve a venir aunque lo traigan a fuerzas ya no quiere volver a subir ningún cerro en su vida. Mientras que Cristina comentó que su mayor miedo fue cuando ya no sabía si bajaba o subía el cerro, además de qué dijo haber visto varias tarántulas y temió que alguna la mordiera.
María Esperanza externó que “no me invite de nuevo”, mi mayor miedo fue cuando nos cayó la noche y nos quedamos sin agua no le tuve miedo a las tarántulas pero se que hay más animales en este cerro y pues resultó ser muy peligroso venir tan tarde y más el habernos quedado tomando fotografías “es mi debut y despedida como senderista en los cerros de Culiacán”, finalizó.