Culiacán, Sin, – Hace exactamente diez años, durante la mañana del sábado 22 de febrero de 2014, el mundo se vio sorprendido por una noticia que parecía sacada de una película: Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, entonces considerado el líder del cártel de Sinaloa, había sido capturado.
Elementos de la Secretaría de Marina lograron su arresto en un complejo de departamentos en Mazatlán.
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En ese momento, la noticia se propagó velozmente a nivel internacional. “El Chapo” era el capo más buscado del planeta, y la recompensa ofrecida por su captura ascendía a cifras millonarias.
Fue el entonces presidente Enrique Peña Nieto quien confirmó el suceso a través de su red social Twitter: “Reconozco la labor de las instituciones de seguridad del Estado Mexicano, para lograr la aprehensión de Joaquín Guzmán Loera en Mazatlán”.
Previamente, “El Chapo” ya estaba siendo buscado desde su estancia en Culiacán, donde había logrado evadir la justicia utilizando un túnel conectado al sistema de drenaje subterráneo. Este túnel se extendía desde un domicilio en la colonia Libertad hasta el sector Recursos Hidráulicos.
Especialistas coinciden en que huir a Mazatlán con su familia fue darles una ventaja a las autoridades, ya que esto facilitó su ubicación y posterior captura.
La captura de “El Chapo” se convirtió en un fenómeno mundial, generando incluso manifestaciones de simpatizantes que pedían de manera descabellada su liberación.
Las marchas por la libertad de Joaquín “El Chapo” Guzmán
A finales de febrero de 2014, una primera marcha partió desde la Lomita y concluyó en la catedral de Culiacán, pero días después, a inicios de marzo, se llevó a cabo otra desde la capilla de Malverde hacia la Lomita y luego hasta la Catedral. Esta última generó una fuerte movilización policial y un gran número de detenciones.
Sin embargo, Guzmán Loera duraría poco tiempo en prisión. En julio de 2015 logró escapar del penal de máxima seguridad de El Altiplano, en el Estado de México, a través de un túnel. Esto generó una nueva movilización por parte del Gobierno Federal, que tras intensos operativos logró detenerlo una tercera vez, de manera definitiva, en enero de 2016 en la ciudad de Los Mochis.
Posteriormente, en enero de 2017, “El Chapo” fue extraditado a Estados Unidos, y después de un largo proceso penal, en 2019 fue condenado, por un juez de Nueva York, a cadena perpetua por distintos cargos de narcotráfico.
Contenido de Twitter
Hoy en día, a una década de su detención en Mazatlán, Joaquín Guzmán Loera permanece tras las rejas en la prisión federal ADX Florence, ubicada en Colorado, Estados Unidos. Conocida como “Supermax”, esta instalación es considerada una de las más seguras del mundo, y desde su establecimiento en 1994, ningún recluso ha logrado escapar de sus confines.
En los últimos años, uno de sus hijos, Ovidio Guzmán López, de la misma manera que su padre, fue detenido en Culiacán, fue ingresado al penal de máxima seguridad de El Altiplano, para posteriormente ser extraditado a Estados Unidos, en donde se le busca juzgar por distintos cargos.