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Guasave, Sin.– Era literalmente zona de guerra, niños, jóvenes y adultos se vieron en medio de un tiroteo que a estas horas del día no saben ni cómo ni por qué ocurrió. El impacto del enfrentamiento se extendió desde la sindicatura de Estación Bamoa hasta la de Nío, pasando por todas las comunidades que se ubican cerca de la carretera.
La reacción inmediata fue meterse a sus casas, resguardarse y tirarse al piso, no daban crédito a lo que estaban viviendo, sobre todo porque precisamente están en la víspera de cumplir una década de aquel horrible suceso cuando se “soltó el diablo” en ese lugar, hubo carros quemados y civiles muertos tras un enfrentamiento.
“Escuchamos un grito de una muchachita y empezaron a sonar los balazos, pues mi mamá se puso bien mal, métanse, métanse y empezó la ‘tracatera’ a todo lo que da, aquí se escuchó bien, bien feo, haz de cuenta aquí se escuchó cuando se soltaron los balazos, la muchacha gritando se metió, Dios guarde y sí nos pega algo, directamente nos encerramos todos y no salgan y no salgan, mi mamá le decía a mi papá, métete, métete; en sí no se supo quién empezó a disparar primero pero se escucharon dos tipos de armas diferentes, la primera se escuchaba así como los cuetes pero ya después bien feo como los cuerno de chivo que le dicen y así”, aseguraron los pobladores de Estación Bamoa.
Para entonces ya los planteles educativos que se ubican por la zona habían replegados a sus alumnos, jardines de niños, primarias, secundarias y hasta el Cobaes que se ubica por la misma carretera a Sinaloa de Leyva en ese tramo habían replegado a sus alumnos y los mantuvieron “cautivos” por horas, hasta que vieron que era seguro salir.
Inmediatamente las llamadas telefónicas no se hicieron esperar, de todas partes familiares llamaban para saber si sus parientes se encontraban bien, afortunadamente hasta el momento no hay pérdida de vidas humanas que lamentar, al menos que hayan quedado en el fuego cruzado como víctimas colaterales.
