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Culiacán, Sin.- El golpe fue seco y el resultado trágico e inevitable. Bajo la caja de un tráiler y junto a una moto yacía el cuerpo de un jovencito que después se supo que se llamaba José Ángel, de tan solo 16 años de edad, tras estrellarse con el vehículo de carga.
Otra ves un accidente en el que las motocicletas cobran una vida que relativamente apenas iba empezando. Esta vez ocurrió en el sector Barrancos, en Culiacán.
José Ángel, de Chula Vista, le dijo a su familia que solo iría a cargar gasolina y que pronto volvería, pero los minutos pasaban y el adolescente no aparecía.
Cuando a la madre del joven le avisaron que en Barrancos un joven estaba herido después de estamparse con las llantas de un tráiler presintió algo malo, así que acompañada de su familia emprendió el camino hacia ese sector.
El recorrido se hizo eterno para la familia desde su hogar hasta la avenida Benjamín Hill, esquina con Rosendo Rodríguez, y al llegar solo fue para confirmar los malos presentimientos. Se trataba de José Ángel, el hijo menor de la familia. Todos rompieron en llanto.
“Como me lo quitaste mi Dios. Mi bebé, mi hermoso. Díganmelo, explíquenme”, gritaba de dolor la afligida madre de familia.
Algunos vecinos del sector que atestiguaban la escena solo tragaban saliva, mientras la garganta se les hacía nudo al hacer suyo el dolor de una madre que quedó con el corazón destrozado.
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Todo parece indicar que el chofer del tráiler al percatarse de lo ocurrido huyó del lugar para evitar represalias de la familia y de los amigos del menor de edad.
