Permítanme hacer este paréntesis para agradecerles a quienes me hacen el favor de leernos y desearles todo el éxito del mundo en el nuevo año. Que la salud llegue en abundancia y que todos aquellos deseos que se han propuesto puedan cumplirse, pero, sobre todo, que impere el amor, la paz y unión familiar.
¡Feliz 2024!
ELIMINADOS. Terminó la campaña regular de la Liga Mexicana del Pacífico y viene la postemporada o playoff. A las fiestas de enero no hubo espacio para los Yaquis de Ciudad Obregón y los Sultanes de Monterrey, cuya suma de puntos no fue lo suficientemente buena como para brincar esa tablita después de un rol de 68 encuentros.
De los regiomontanos no nos sorprende su eliminación, porque a lo largo del torneo no tuvieron esa capacidad para asumir un rol de protagonistas. El equipo parece estar todavía estancado en ese proceso de formación para poder competir al tú por tú con el resto de las escuadras.
Pero sí es de llamar la atención el fracaso de los Yaquis, cuya organización ya empieza a extrañar aquellas campañas tan dominantes que los llegó a convertir en el primer club en ganar tres coronas consecutivas, algo que nadie más ha podido consumar.
Obregón se desplomó en las últimas tres series. Llegó a navegar en un cuarto lugar que les daba el boleto directo en la segunda vuelta, pero después entró en esa mala racha para perder la batalla con Mexicali en la búsqueda del octavo boleto. Pero debemos reconocer que las lesiones de jugadores importantes se asociaron para sacarlos del camino a playoff, como la de Víctor Mendoza en el primer giro y la de Efrén Navarro sobre el final del calendario.
La tribu parecía tenerlo todo para ser uno de los invitados a los playoffs, pero al final de cuentas se han convertido en espectadores.
DRAFT. Se llevó a cabo el sorteo para elegir refuerzos y los peces gordos fueron escasos. Algunos elementos decidieron no formar parte de esa lista y optaron por descansar, como el caso del campeón bateador Taiki Sekine (a propósito, el primer japonés en ganar esa corona en la LMP) y el ligamayorista Luis Urías, ambos de la tribu de Obregón.
La caballada no estuvo tan pesada o interesante como otros años. Roberto Valenzuela, que peleó hasta el último día repetir como el mejor bateador del circuito, se volvió a convertir en el más codiciado. Estuvo en mente de varios equipos, y los Cañeros de Los Mochis se lo llevaron al correr con suerte de elegir primero.
Mucho se especuló que Culiacán se inclinaría por un jardinero ante las lesiones de Sebastián Elizalde, Mallex Smith y Jesús Fabela, pero también que el “Tito” Valenzuela representaba la mejor opción. Sin embargo, terminaron por agregar un relevo zurdo como el ligamayorista Miguel Aguilar.