Culiacán del caos irremediable, 02 de marzo 2020. Desde luego, hay otras corruptelas mucho mayores, pero sin duda lo que sigue es botón de muestra de la forma que se convierte en fondo.
Entre enero y septiembre del año pasado, de acuerdo con datos de la Condusef, las reclamaciones de los clientes contra los bancos, y el sistema financiero en general, sumaron 5 millones 855 mil 400.
Esa cantidad hace de nuestro país uno de los que más quejas y reclamos registran en el mundo, con el agravante de que muy poco, prácticamente nada, se logra corregir sustancialmente.
El número de quejas y recamos justificados sería mucho mayor si el sistema bancario cubriera la totalidad del país, lo que no sucede sencillamente porque la banca se instala donde hay rentabilidad, para ellos.
Dicho sea no tan de paso, hace falta integrar a muchísimas comunidades del país a la red bancaria, cuyo uso, plagado de abusos, se ha vuelto obligado.
NADIE LOS PARA
Siguiendo con la Condusef, informa que, durante los tres primeros trimestres del año pasado, se impusieron 8 mil 17 sanciones, por un monto de 379 millones de pesos. La proporción entre el número de sanciones y denuncias es enorme, lo que significa que en la gran mayoría de los casos, nada se hizo.
Los bancos con más reclamaciones son: Banamex, un millón 262 mil 507; Santander, un millón 105 mil 17; Banorte, 932 mil 306, y BBVA, 759 mil 490. Los más grandes y los que mayores ganancias obtienen.
En vísperas de una nueva convención bancaria, en Acapulco, hay que recordar que, en la anterior, los banqueros se habían comprometido e bajar comisiones y cobros extras, lo que siguen haciendo sin que nadie les ponga coto.
A ver hasta cuándo.
¿NO SE VE NI SE OYE?
No está demás pero, en estricto, no se requiere de elaborados análisisde esta política que ves para corroborar que las cosas en el país, en lo que toca a las formas de hacerla, el pragmatismo exacerbado, las alianzas y los arreglos a trasmano, están igual que antes, y en algunos aspectos, peor.
Lo mismo pasa con las dinámicas que el régimen anterior mantuvo: los privilegios del gran capital, los abusos de bancos, aseguradores, telefónicos y prestadores de servicio en general. La corrupción, hemos dicho y repetido, sigue ahí, sin merma.
Ver y escuchar, sopesar realidades y argumentos antes de la descalificación, es lo que procede. Todavía hay tiempo y la esperanza sigue firme. No defraudarla.
EN EL TINTERO
-El titular de la Profeco, Ricardo Sheffield, informó en días pasados que “se atendieron 226 denuncias mediante la aplicación ‘Litros de a litro’ y se realizaron 181 visitas de inspección para detectar anomalías en la venta de combustibles”. En México se expenden 43 marcas de gasolina y hay casi 12 mil gasolineras.
-Se puede convocar a un día sin mujeres, sin hombres, sin jóvenes, sin adultos mayores, sin esto o aquello, no hay problema en realidad. Mientras el sistema encajone, como naturalmente lo hace, toda acción, por relativa que sea, las cosas seguirán igual o peor. Simple lógica.
-Necesario reiterar: la estrategia (si así se le puede llamar) de seguridad y combate a la criminalidad en México, y en todos los estados y municipios, debe ser revisada con toda seriedad. No está dando resultados (Sinaloa y Culiacán son más que un botón de muestra) y las cosas se están poniendo cada vez peor. Ojalá y se entienda.
-Mientras la perniciosa basura televisiva y de la regresión mediática, pasando por las inefables “redes” de los incautos a sabiendas, no tiene fin, ni control alguno, las autoridades educativas del país y del estado siguen en el desplante figurativo y las ocurrencias. Ni siquiera tienen una opinión al respecto. A ver hasta cuándo.
-El Coronavirus puede ser una pandemia, en efecto. El mundo actual, que tiempo ha perdió la brújula del sentido humano, está para eso y más. Para ciertas realidades y, mucho más, emocionantes figuraciones (a falta de criterio) y ahí están las “redes” para el mitote desatado. Las autoridades “competentes”, como siempre, colgados de la coyuntura.
-De las llamadas “dinámicas del pasado”, entre lo mucho que se tiene que revisar está la cuestión de las jefaturas de prensa o como se llamen. Hasta ahora, en general y aceptando las muy escasas excepciones, no son más que promotoras de la lambisconería y la corrupción.
-De la Carabina de Ambrosio: “por unanimidad, los comisionados (de la tal Ceaipes) responsables de velar por el cumplimiento de la Ley de Transparencia en Sinaloa resolvieron 32 recursos de revisión en contra de 21 entidades públicas”.
-Tremendo avance epistémico: “las escuelas no son las que se están volviendo violentas, es la misma sociedad la que cada día se vuelva más violenta y con poca empatía”, ha dicho el invento de Quirino en la Sepyc.