En Sinaloa, un estado marcado por la incertidumbre y el dolor de una violencia que parece no dar tregua, la Navidad y la despedida del año adquieren un significado diferente.
Este año muchas familias enfrentarán la mesa vacía y el corazón roto por la ausencia de aquellos que han perdido.
Padres que lloran a sus hijos caídos, madres que buscan a sus hijos desaparecidos y comunidades que intentan reconstruirse en medio del miedo.
La Navidad, para muchas de estas familias será un recordatorio doloroso de lo que la violencia les ha arrebatado.
Sin embargo, también es un momento para reflexionar sobre lo que aún tenemos, sobre la vida misma y la fortaleza que nos mantiene de pie a pesar de las circunstancias.
En medio del luto, se abre una pequeña ventana para la esperanza y la gratitud: agradecer por los que siguen con nosotros, por los momentos de unidad y por la oportunidad de seguir luchando por un futuro mejor.
En este contexto de incertidumbre, es vital que no perdamos de vista lo esencial: cuidarnos unos a otros, reforzar los lazos con nuestros seres queridos y practicar la solidaridad.
Esta Navidad será distinta, llena de tristeza y lágrimas para muchas familias, pero finalmente sigue siendo Navidad: un momento para valorar la vida, encontrar fuerza en la familia y recordar que, a pesar de todo, seguimos aquí.
Gracias por acompañarnos durante todo el año, gracias por creer en nuestro trabajo y por permitirnos crecer juntos.
Que este fin de año sea una oportunidad para reflexionar, sanar y renovar la esperanza de un Sinaloa más seguro y lleno de paz.
Felices fiestas, con gratitud y compromiso.
El equipo de Línea Directa.