Culiacán del caos vial, los retenes, baches y topes, Sinaloa, 18 de marzo 2019. Este se día se conmemora (¿también se festeja?) la expropiación petrolera que el entonces presidente de México, Lázaro Cárdenas del Río, promulgó en 1938.
El Sindicato de Trabajadores Petroleros surgió el 27 de diciembre de 1935 y el 29 de enero de 1936 se integró al Comité Nacional de Defensa Proletaria, antecedente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM).
El 20 de julio de 1936, el sindicato de petroleros realizó su primera convención y presentó un proyecto de contrato general para todas las empresas que explotaban los yacimientos en nuestro país. Si no se cumplía en los términos sindicales, se irían a la huelga.
Ya había sido publicada, en noviembre de 1925, durante el mandato de Plutarco Elías Calles, la ley reglamentaria del artículo 27 constitucional, con retraso porque las petroleras extranjeras habían cabildeado con los gobiernos de Carranza, Adolfo de la Huerta y Álvaro Obregón. No querían que se regularan los impuestos, ni que se aplicara retroactivamente le ley de corte nacionalista.
Al promulgarse la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional, desde finales de 1925, las petroleras extranjeras estaban obligadas legalmente a renovar y confirmar sus concesiones para la explotación del hidrocarburo, pagar impuestos y atender las demás disposiciones emanadas de la ley.
Empresas estadounidenses, británicas y holandesas, se inconformaron y el litigio llegó hasta el gobierno de Lázaro Cárdenas, a un punto en que se defendían los derechos laborales o se sometía el gobierno mexicano al capital transnacional.
EL 18 DE MARZO
El general Cárdenas recibió a los empresarios petroleros la mañana de ese día, quienes, advertidos de la postura del mandatario mexicano, le aseguraron que, ahora sí, cumplirían con los fallos previos de la Suprema Corte de Justicia, pero Cárdenas les dijo que ya no era hora de hacerlo, era tarde, y se procedería a proteger el interés nacional con medidas extremas.
Previamente, con una actitud prepotente y altanera, los capitalistas extranjeros que controlaban a las petroleras, se habían negado a acatar el laudo de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje ordenando el aumento salarial a los trabajadores de esas empresas, ignorando incluso la ratificación de la Suprema Corte.
POR CAUSA DE UTILIDAD PÚBLICA
La noche del 18 de marzo, con el apoyo unánime de la Corte y del Congreso, Cárdenas expuso el decreto de expropiación de todos los bienes muebles e inmuebles que pertenecían a diecisiete compañías petroleras inglesas y estadounidenses que operaban en México.
La expropiación fue por causa de utilidad pública, dando al Estado Mexicano la propiedad y el control total de la industria petrolera en el país, protegiendo los intereses nacionales y los derechos de los trabajadores.
En la mañana del 19 de marzo de 1938, los trabajadores tomaron posesión de las instalaciones petroleras y Cárdenas expidió otro decreto para integrar el Consejo Administrativo del Petróleo.
Luego vino aquella colecta nacional, para pagar las indemnizaciones a las compañías, que llevó el sentimiento patriótico a una de sus más altas expresiones, con la notable participación de los sectores sociales más humildes y pobres.
Vino el gran escándalo del capital transnacional y México fue satanizado por las metrópolis, pero el país salió adelante. Lo que pasó en los años subsiguientes, es otra historia. También lo que haga al respecto el gobierno actual.
En tanto, seguimos pagando la gasolina cada vez más cara, sin solución a la vista, a pesar de las promesas de campaña que, en mucho, motivaron la victoria del morenismo.
LA SUPREMA CORTA
Por si algo les faltara, los inefables ministros de la SCJN (la “suprema corta”, vale decir) avalaron la violación a la Constitución que a diario se comete en los retenes de militares, policías y malandrines (ya no se distinguen) fallando en contra de las quejas presentadas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Según la corta (que ya es de AMLO, en realidad) “los argumentos de la CNDH son infundados, porque las inspecciones policiacas constituyen controles preventivos y provisionales”, para “la prevención y persecución de delitos, así como su investigación”.
Queriendo enmendar el despropósito evidente, aclararon que hay limitantes a eso que en realidad es una violación flagrante y un delito del gobierno en todas sus variantes: sólo se puede detener en los retenes en caso de flagrancia o de “sospecha razonable” (de militares y gendarmes notoriamente impreparados).
Bonita “cuarta transformación” (sobre ello volveremos).
EN EL TINTERO
-Y en la vieja sintonía, ya en tiempos de “la cuarta”, los retenes se han multiplicado sin ton ni son. Los hay incluso de personas sin uniforme, en vehículos sin logotipo alguno, como sucede en varios puntos de Sonora y Sinaloa. Pero que siga la tandariola.
-El subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, el ex perredista Alejandro Encinas, dice que, en la construcción del Plan Nacional de Desarrollo para el sexenio de AMLO, se pretende que esa dependencia “sea garante de las libertades y la protección de los derechos humanos”. Podrían empezar respetando la Constitución y eliminando los “retenes” donde ya no se sabe quiénes son y quiénes no.
– ¿Qué el gobernador fulano es el “mejor evaluado” de esto y aquello? ¿Qué el presidente ocupa el primer lugar en tal o cual? –Y este era un gato…
-Sigue el especulador y promotor ludópata, Donald Trump, regresando a México a solicitantes de asilo que deberían estar en Estados Unidos, mientras sus casos se ventilan.
-El gobierno de AMLO, que los recibe, aunque dice que “por razones humanitarias”, aparece en el entorno internacional como a las órdenes del imperio. Muy mal se está viendo.
-Uno más: Santiago Barroso Alfaro, periodista sonorense, fue asesinado la noche del viernes pasado en San Luis Río Colorado, Sonora. Como se acostumbra: “la fiscalía especializada” en esto y aquello retomó el caso “para con investigar” y (vendrá otro cuento).
-Esta columna aparece en “Vértice de Sinaloa” (verticedesinaloa.net); Línea Directa (https://www.lineadirectaportal.com); Didáktica (http://www.didaktica.com); Sitio Telles (http://www.jorgeluistelles.com) y en “Voces del Periodista”, revista del club de periodistas de México (vocesdelperiodista.com.mx). ([email protected]).