A prácticamente un mes de que la empresa PASA suspendió el servicio de recolección de basura en Guasave, en respuesta a la falta de pago de parte del gobierno municipal, que le adeuda casi 50 millones de pesos, todo indica que va para largo este asunto, y que al final de todo estará dirimiéndose en tribunales.
De parte del ayuntamiento la postura de que haya una condonación de un alto porcentaje de la deuda y que se baje el costo mensual del servicio sin que se reduzca la cobertura, parece irreductible. Cuando menos así lo ha planteado la propia alcaldesa, Aurelia Leal.
En reacción la empresa ha decidido ya ir por el camino jurídico y ya ha buscado la protección de la justicia federal para mantener vigente el contrato, considerado por muchos como leonino, abusivo y extremadamente ventajoso para PASA.
Es absolutamente entendible la postura de ambas partes. La empresa defiende lo que es su razón de ser, la obtención de ganancias, lo más que se pueda, así tenga que hacerse de incondicionales y hasta de cómplices donde se autorizan las concesiones.
La autoridad municipal asume la suya, explicable, de defender las fianzas públicas, con todos los riesgos que ello implica.
Lo que no se acaba de entender es el por qué la empresa de manera tan irresponsable dejó que la deuda creciera hasta alcanzar los niveles actuales, impagable de acuerdo a la situación financiera del gobierno.
El municipio ha hecho un gran esfuerzo para responder ante la emergencia, partiendo prácticamente de cero, sin la capacidad, sin personal y sin equipo para prestar el servicio a un nivel medianamente aceptable.
La salida de la presidenta y funcionarios a la calle para enviar un mensaje de que se busca solucionar el problema creo que cumplió su propósito, generando empatía y solidaridad de la gente, pero eso es algo que no se va a poder sostener indefinidamente. Si acaso aplaza el estallamiento de gritos de inconformidad ciudadana si no se observan mejoras en el servicio.
La gente está colaborando, hay avances en el trabajo a comparación de los primeros días de la crisis, y en mucho esto es atribuible al titular de Obras Públicas, Mauricio López Para, quien tiene experiencia en esa labor y conocimiento total del área.
Los cinco camiones rentados vienen a ayudar pero no son suficientes. Lo criticable aquí es la falta de transparencia como se ha manejado ese asunto, lo que pudo hacerse diferente y aprovechar el buen nivel de respaldo ciudadano a estas acciones.
La recuperación de la autonomía en el manejo del servicio de recolección de la basura de parte del gobierno municipal puede estar lejos en el tiempo si no hay acuerdos y se va a tribunales, y costoso para para las finanzas del ayuntamiento si se obliga a pagarle a PASA lo estipulado en el contrato en caso de rescindir el contrato.
Cualquiera que sea el camino a seguir se tiene que ir rápido. El servicio que presta el municipio, con toda la aceptación y respaldo ciudadano que pueda encontrar, dentro del proceso para acabar con supuestos excesos de la empresa, no será permanente.
Y ojalá se cuiden los detalles de transparencia de las decisiones que se tomen, en elemental reciprocidad con una ciudadanía que hasta ahora he tenido la paciencia y la prudencia de esperar a que el servicio mejore. Si el tiempo pasa y no hay una solución, el servicio no mejora y tampoco se informa claramente de lo que se está haciendo, muchas serán las toneladas de desperdicios que esa misma gente que hoy brinda su confianza, les lleve a tirar a la explanada del Héroes de Sinaloa y frente a Palacio Municipal.
