Quién o quiénes esperaban una pelea muy diferente del enfrentamiento que arrojó el choque entre Jake Paul y Mike Tyson, debo decirles que les hace falta ver “más bax”. Todos los que se jactan de ser grandes conocedores de este deporte, sabían que el resultado no podía ser otro que un triunfo del ex peleador de UFC y que el espectáculo por ovbias razones sería muy pobre.
¿Acaso alguno de ustedes esperaban ver al Tyson de hace 30 años cuando masacraba en segundos al adversario? ¡Claro que no! Pero tenemos que aceptar y aplaudir el atravimiento del “Iron Man”, que a sus 58 primaveras arriesgó muchas cosas, entre ellas su propia salud, con tal de patentar una hazaña pocas veces vista en la que un joven (Paul) se mide a un veterano que, además, tenía cientos y cientos de días de no subir a un cuadrilátero.
Tyson soltó todo lo que llevaba consigo en los dos primeros rounds, y miren que no fue mucho. Los otros seis episodios fueron rounds de sombra que reforzaron su plan de terminar de pie, como los grandes, aunque no dudo que que el arreglo haya sido ese precisamente, de que no lo lastimaran.
Mike ha puesto la primera piedra en la construcción de un camino que pueden recorrer otros boxeadores en el retiro. Que no sorprenda a nadie que el año próximo tengamos el gusto y el placer de ver a figuras como Juan Manuel Márquez, Erik Morales, Marco Antonio Barrera, etc., tratar de emular los pasos de quien fuera el campeón mundial de peso completo más joven de la historia.
Tal vez se pregunten por qué no cito a Julio César Chávez. El gran campeón mexicano construyó un puente similar, pero lo patentó como duelos de exhibición que se asemeja a lo que Paul y Mike nos ofrecieron, con la gran diferencia de que JC y sus rivales solo marcan golpes, que desde luego se agradecen.
Para las nuevas generaciones a las que no les tocó ver combates de Chávez y compañía, y que los convirtieron en sus ídolos por lo que escucharon o vieron en videos de ellos, los duelos de exhibición resultan más que interesantes.
Chávez fue un fenómeno tanto en plenitud de su carrera como en esos choques amistosos que ha realizado en los últimos años. El mejor testimonio es el poder de convocatoria que ha registrado en dichos combates tanto en Tijuana como en Hermosillo y Culiacán.
En la capital de Sinaloa sostuvo un combate de exhibición contra Mario “Azabache” Martínez que evocó aquella noche del 13 de septiembre de 1984, cuando se coronó por primera vez campeón del mundo. El Parque Revolución resultó insuficiente ante la respuesta del público.
El premio en lo económico no resultada nada despreciable. Allí está, por ejemplo, la bolsa que Tyson se embolsó (dicen que 20 millones de dólares). Muchos ex campeones en el retiro que no supieron administrar sus grandes sueldos, tienen esa oportunidad ahora de elevar sus cuentas bancarias, aunque no todos tienen ese poder de convocatoria.
Tyson puso la primera piedra y seguro muchos más se unirán a la obra, sobre todo en ese peso que extrañamente es la división por las que muchos más se inclinan en seguir.