Siempre he dicho que el marcador más engañoso que existe en el futbol es el 2-0. Chivas tuvo a los Tigres contra la pared con esa ventaja, pero se quedó a 26 minutos de alzar la Copa del Clausura 2023 y empatarle al América (13) en títulos conquistados. ¿Por qué? Simple y sencillamente porque renunciaron al ataque y dejaron que los felinos se crecieran.
La Universidad de Nuevo León terminó llevándose un campeonato que para muchos no es muy merecido por la posición que alcanzó en la tabla. Pero este jueguito no es de puntos, sino de goles. Aquí no importa si eres primero o doceavo; aquí tienes que ganar en cualquier etapa y fue precisamente lo que el rebaño no consiguió realizar.
Alguien dijo por allí, con mucho acierto y razón, que el táctico de juego es el gol, y que la mejor defensa es el ataque. Las Chivas se conformaron con ese 2-0 que llevaban hasta el minuto 64 y en el pecado llevaron la penitencia. No fueron ni la más mínima sombra del equipo que pasó por encima de las Águilas en el partido de vuelta de las semifinales, donde nunca renunciaron al ataque.
En la visita a Monterrey, los tapatíos desarrollaron más tiempo en defenderse que en sacar una ventaja que les diera algo de tranquilidad ante su propio público. Ya en su estadio las cosas resultaron distintas en un primer tiempo y cuyos primeros 20 minutos ilusionaron a su afición con esa ventaja de 2-0 que parecía una loza más pesada que la que llevó sobre su espalda el “Pípila”.
Realmente no se veía por dónde los Tigres pudieran revertir esa diferencia. Sus errores y pocas llegadas en los primeros 45 minutos los estaba sentenciando a ganar una medalla de segundo lugar. En ese lapso la UANL solamente tuvo una buena que desperdició André Gignac y que falló como si fuese un novato al rematar de cabeza a bocajarro y enviarla a todas partes menos al arco.
Todavía ganando por dos goles, su técnico hizo un movimiento que en mi punto de vista fue el principio del fin. Sacó a su mejor hombre, Alexis Vega, manifestando con ello que, aún con más de media hora de juego por delante, renunciaba completamente al ataque.
En seis minutos, los Tigres hicieron lo que no habían podido hacer en el tiempo ya consumido. Empataron el marcador y lo llevaron a tiempos extras donde se escribió la hazaña felina y la desgracia tapatía. Veljko Paunovic se equivocó, hay que reconocerlo. Cometió el mismo error que su antagonista Fernando Ortiz hizo con el América cuando en el global las Águilas estaban arriba 2-1. Le dejó la iniciativa a Chivas y la historia ya la conocen ustedes.
MALA FE. Oswaldo Sánchez, ahora miembro del equipo de comentaristas de Televisa tras su retiro, ha demostrado muchas cosas menos ser un buen analista y mucho menos entrevistador. El exarquero, que durante las trasmisiones ha sido parcial con sus inclinaciones hacia el Guadalajara, quiso sacar su coraje y frustración por la derrota de su equipo buscando humillar a Diego Lainez con una pregunta que le ha dado la vuelta al mundo y generándole animadversiones.
¿Cómo es posible que en pleno festejo Sánchez preguntara al examericanista si sentía que había fracaso en Europa, cuando lo más lógico era conocer su opinión sobre esta remontada y logro?
Oswaldo cosecha lo que merece.
