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Senadores y diputados menores de edad

Existe una iniciativa en la Cámara de Diputados para reducir la edad como requisito para llegar al Senado, la Cámara de Diputados y hasta las gubernaturas....

Juan Ordorica
Juan Ordorica | Analista y columnista Línea Directa

Existe una iniciativa en la Cámara de Diputados para reducir la edad como requisito para llegar al Senado, la Cámara de Diputados y hasta las gubernaturas. Actualmente, las leyes obligan contar con 25 años cumplidos para alcanzar un escaño en el Senado; 21 años cumplidos para lograr una curul en la Cámara de Diputados y 30 años cumplidos para acceder a las gubernaturas. Como información bonus podremos decir que se requieren 35 mínimos para llegar a la presidencia de México.

La iniciativa presentada en la Cámara de Diputados pretende reducir la edad a 21 años para el Senado, 18 para la Cámara de Diputados y 25 años para llegar a cualquier gubernatura. La idea es romántica. Es bonita. Es incluyente. En ese sentido, deberíamos incluir iniciativas de ley que reduzcan los impuestos; desaparezca la pobreza; aumentemos el salario al doble (o triple) de manera instantánea; entreguemos las medicinas a domicilio, etc.

La población menor a 30 años es ampliamente superior en México. En ese sentido, reducir las edades se vuelve en una propuesta avasalladoramente atractiva. La idea de reducir las edades para nuestros gobernantes es oro molido para la demagogia. Seguramente una encuesta arrojaría una mayoría abrumadora en apoyo a está idea; sin embargo, como el resto de las propuestas, pocas personas tratarían de desarrollar un análisis más profundo de las consecuencias.

El trabajo en el Congreso está sumamente desprestigiado. Existe muy poco apoyo a los y las legisladoras por parte de la sociedad mexicana. Decenas de encuestas mantienen en los últimos lugares de aceptación al trabajo legislativo. Una mayor cantidad de jóvenes no mejoraría la percepción del Poder Legislativo. Esto no es una tesis aislada. Hay evidencia empírica que sostiene que más jóvenes en los Congresos no se materializa en una mayor calidad de los mismos. El exniño verde (hoy chavorruco), Jorge Emilio González fue beneficiado en la reducción para acceder al Senado. La edad previa era de 30 años; gracias a negociaciones políticas consiguieron reducir la edad a 25 años.  El Senado se convirtió en guardería para Juniors. Los espacios se comenzaron a llenar de los hijos de los políticos con Poder que negociaban posiciones para sí mismos y sus familias.

A la mayoría de la gente no le parece importante tener políticos preparados. Los llega a ver, incluso, como un estorbo. Estas situaciones ocurren raramente en otras áreas de las actividades profesionales. Cuando visitamos a un médico, abogado, contador, etc. exigimos que tengan preparación. Nos asustamos y ponemos nerviosos cuando nos atiende un médico muy joven. En situaciones de extremo riesgo legal, no acudimos a abogados inexpertos para que atiendan nuestros casos. Tratamos de encontrar al abogado con mayor experiencia para ponernos en sus manos. Esto también debería aplicar en política; por desgracia, no es así.

Profesionalizar el trabajo de las y los legisladores debería ser prioridad en nuestro país. Muchos dicen que cualquier persona puede gobernar; que no es necesario tener habilidades especiales para tener cargos públicos. Por desgracia, la política es de las pocas actividades profesionales que no es necesario tener preparación alguna para tener una carrera exitosa.

Los jóvenes merecen y necesitan espacios en política. La experiencia no llega por ósmosis. Claro que deben participar en los espacios justos para sus aspiraciones. Es tan importante la participación como la experiencia. Por otro lado, en la sociedad existen cientos de miles de ciudadanos siendo exitosos como padres o madres de familia; maestros ejemplares; médicos de vanguardia; empresarias exitosas; deportistas preparados y activistas con trayectoria reconocida. Este tipo de representantes son los que necesitamos.

Nuestra democracia requiere abrir espacios a estas voces. Las iniciativas deberían estar encaminadas a abrir espacios a estos perfiles. Reducir la edad para acceder al poder es mantener la idea que cualquiera pueda gobernar; no es así. No cualquiera puede hacerlo. Cualquiera puede tener acceso al Poder, pero no cualquiera debería a llegar a él.

¿Usted qué opina, amable lector? ¿Está de acuerdo con reducir la edad para gobernantes?

Fuente: Internet

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