La inteligencia artificial (IA) ha llegado para transformar radicalmente los ámbitos laborales y de interacción social en todo el mundo, impactando sectores cruciales como la salud, la educación, la economía y las dinámicas de convivencia.
Durante el “Digital Enterprise Show” celebrado en agosto de este año, donde participaron 41 países y expertos internacionales, se debatieron los principales retos que enfrenta la IA a nivel global. Uno de los aspectos más destacados fue la necesidad de establecer una regulación internacional que garantice el uso ético de la IA, ya que en ocasiones esta regulación puede entrar en conflicto con la defensa de los derechos humanos. La discriminación por género o nacionalidad también fue un tema relevante en las discusiones.
En este encuentro de cooperación internacional, se enfatizó la importancia de crear marcos jurídicos que protejan la privacidad y la seguridad de los datos en línea. Además, se hizo un llamado a integrar principios éticos en el desarrollo de tecnologías de IA, destacando el liderazgo de la Unión Europea en este ámbito.
Dan Nechita, impulsora de la nueva Ley de Inteligencia Artificial en el Parlamento Europeo, subrayó la relevancia de la cooperación internacional para prevenir la vulneración de los derechos humanos. Por su parte, Linghan Zhang, miembro del Órgano Consultivo de Alto Nivel sobre IA de la ONU, enfatizó la necesidad de invertir en el desarrollo del talento humano para garantizar que los profesionales estén capacitados para manejar la IA de manera efectiva, lo que podría resultar en un aumento del 25 % en sus salarios.
Al igual que ocurrió con la llegada de Internet, la IA seguirá evolucionando y transformándose en áreas como la privacidad y la seguridad de los datos, buscando evitar la violación de derechos de autor y minimizar su impacto en la creatividad. Sin embargo, también se debe abordar el grave problema de la desinformación que la IA puede propiciar en redes sociales e Internet.
Se anticipa que 2025 será un año clave para que la IA consolide su presencia y continúe su expansión. Otro aspecto crucial a considerar es su impacto psicológico en usuarios vulnerables, especialmente en niñas, niños y adolescentes.
En el contexto financiero mundial, la IA se perfila como un factor transformador, gracias al uso de tecnología blockchain, que permite realizar transferencias más rápidas y económicas.
Por último, la ciberseguridad se mantiene como una preocupación central, ya que el incremento de delitos cibernéticos pone de manifiesto la necesidad de establecer defensas internacionales sólidas. La Unión Europea, compuesta por 27 países, lidera los avances en la regulación de datos y seguridad en línea.
Se espera que pronto otros países se unan a este esfuerzo, desarrollando marcos jurídicos sobre la inteligencia artificial que coloquen a las personas y al respeto por los derechos fundamentales en el núcleo del progreso tecnológico.