En respuesta a la decisión de productores agrícolas de bloquear el tráfico por la carretera Internacional a la altura de Guasave el pasado viernes, la diputada presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, Graciela Domínguez Nava decidió arremeter contra ellos y sus líderes.
Los criticó por de ser, en su opinión, los responsables de promover la fracasada política agrícola desde anteriores gobiernos, y les recriminó que ahora salgan a la calle a protestar y se pongan al frente del movimiento, cuando nunca lo hicieron en los gobiernos del PRI.
“Lo que sí nos queda claro es que quienes ahorita están generando movilizaciones pues son los que promovieron esta política económica de la agricultura en la que estamos, pero en su momento cuando sus gobiernos estaban al frente no les urgían estos movimientos”, refirió.
La legisladora de Morena miente deliberada y convenencieramente. Lo que está diciendo no es ni remotamente cierto, y con esta descalificación pretende justificar la postura del gobierno en torno a un asunto como la agricultura comercial en Sinaloa, que es ya un problema y que adquirirá mayores dimensiones con el paso de los días si no hay respuestas puntuales a las demandas de los productores.
No es cierto que quienes la semana pasada estuvieron en la manifestación en Guasave tomando la Internacional fueron pasivos en el pasado. Miente irresponsablemente la diputada.
Alejandro Cervantes, con una larga lucha contra la política gubernamental hacia el campo, detenido y procesado incluso por ello, ahí estuvo en el bloqueo de la carretera Internacional el viernes pasado.
Ese día estuvieron también en el lugar cientos de productores que son infaltables en la lucha campesina diciendo siempre presente en marchas, plantones en oficinas de gobierno, bloqueo de carreteras o toma de casetas.
Estaba ahí una gran mayoría de productores que votaron por los candidatos de Morena precisamente buscando un trato más digno del gobierno, y que no merecen que la legisladora desde un cómo sillón de su refrigerada oficina los califique de esa manera.
Ricardo Armenta Beltrán, dirigente agrícola y con comprobable presencia en la lucha campesina desde la década de los 80, ex diputado federal por el PRD, por cuestiones de salud no ha podido participar en las más recientes movilizaciones campesinas, pero a través de las redes sociales fijó su postura sobre las desafortunadas declaraciones de la legisladora Domínguez Nava: “NI MADRES diputada, más bien quizá ni informada ha estado usted de las recurrentes movilizaciones que año con año hemos efectuado debido a nuestro rechazo a la política agropecuaria federal. El problema de hoy es que al parecer hemos sido engañados de nuevo con promesas de campaña electoral”.
Grave que hoy quienes ayer lucharon a favor de una política más justa hacia el campo rindan armas sin que ésta se haya concretado y los productores sigan estado en iguales o peores circunstancias.
Lamentable que ahora avalen con mentiras y hasta insultos lo que el gobierno hace en torno al campo, y que no es ni en sueños por lo que ellos lucharon. Lo saben y vergonzosamente lo callan, repartiendo culpas y descalificando batallas, que eso, y no otra cosa, es lo que hace la diputada presidenta de la Jucopo.
Desalienta la postura de la legisladora que se va contra los productores agrícolas que se manifiestan, cuando eso es la historia y la esencia de la izquierda en la que milita, mientras guarda ruin silencio ante la velada amenaza de la Fiscalía General de la República en Sinaloa, que unas horas del bloqueo de la carretera en Guasave, el mismo viernes, publicó en su página de Twitter: “Interferir o alterar cualquier vía de comunicación es un #DelitoFederal que se sanciona hasta con 30 años de prisión”. Nadie dijo al respecto una sola palabra reprobando tal despropósito.
Qué pena. Parece que los redentores de los productores agrícolas ayer, están camino a convertirse en sus nuevos verdugos hoy.