El 6 de diciembre de 1923, después de haber salido de la Ciudad de México al puerto de Veracruz, Adolfo de la Huerta lanza su Plan Revolucionario, desconociendo a Álvaro Obregón como presidente y proclamándose Jefe Supremo del movimiento.
En esa misma fecha, en Morelia, el general Francisco J. Múgica era aprehendido por el coronel Flores Villar. En esa misma fecha el general Cárdenas recibía la orden de movilizarse hacia Monteleón, municipio de Yurécuaro, donde se encontraría con el general Álvaro Obregón, debiendo dejar los asuntos de la Comandancia de Michoacán en manos de su jefe de Estado Mayor, coronel Manuel Ávila Camacho.
Declarada la rebelión, el presidente Álvaro Obregón percibió dos frentes principales del conflicto: el oriental, en el que debía de enfrentar al general Guadalupe Sánchez, asentado principalmente en Veracruz y Puebla; y el de occidente, el de mayores riesgos para el gobierno, donde tendría que enfrentar al general Enrique Estrada, que tenía su fuerza principal en Jalisco.
Obregón convoca a Cárdenas, al que puso al frente de una columna volante de caballería, que debía ir a occidente de Michoacán y adentrarse en Jalisco hasta llegar a la vía que corre de Guadalajara a Manzanillo para, eventualmente, cortar la retirada del enemigo.
El general Estrada, por sugerencia del general Salvador Alvarado, puso al general Rafael Buelna al frente de la fuerza que atacaría a Cárdenas.
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El combate empezó a las una de la tarde del día 26 de diciembre de 1923; a las 4 de la tarde estando el Sr. Gral. Cárdenas sentado sobre una cera de piedras observando y dirigiendo las maniobras de combate, fue alcanzado por un proyectil que se incrustó en el tórax del lado derecho. Cárdenas, herido y tomado prisionero, fue llevado al general Buelna, quien de inmediato dispuso su traslado a Guadalajara, donde fue internado en el hospital del doctor Carlos Barriere. Ahí fue atendido y convaleciente, días después, fue llevado a Colima, donde estuvo en calidad de prisionero en la casa de huéspedes que administraba la Güera Plaza. Durante su forzada estancia en Colima, por única vez a lo largo de su vida, fumó, puro en este caso.
Cuando Cárdenas fue hecho prisionero fue muy caballerosamente tratado.
Estrada tomó la ofensiva, cruzó el Paso de Quitupan y el 13 de enero de 1924 se apoderó de Morelia, pero a gran costo, porque perdió en el combate a Buelna, su caudillo de choque. El triunfo de Morelia marcó, primero, el apogeo de la fortuna de Estrada, pero ese triunfo, seguido muy poco después con la muerte de Buelna, marcó también su desplome vertical y vertiginoso.
Para este artículo se consultó el libro de Cuauhtémoc Cárdenas, Cárdenas por Cárdenas, Ed. Debate, 2016.
