Culiacán del caos vial, los retenes, baches y topes, Sinaloa. Luego del bochornoso incidente protagonizado por una diputada PES-Morenista, de apellido Montero, en el Congreso de Sinaloa, quien difamó, calumnió y causó serio daño moral a profesionales del periodismo, se ha tratado de tender una cortina de humo y de minimizar el hecho.
Tanto la gran mayoría de las asociaciones de periodistas y comunicadores, como diputados colegas de la difamadora en el legislativo local y federal, incluyendo a senadores, agregando desde luego a las “dirigencias” de Morena, han actuado de manera pusilánime, (acaso alguna tibia declaración) por decir lo menos.
Eso no debe continuar, no se debe permitir. Por salud política y social, no es dable que cualquiera que se sienta con relativo poder actúe de la manera que lo han venido haciendo la citada “legisladora” y sus “seguidores”, asumiendo que serán impunes, igual que antes (mientras no se vea un después).
Véase si no al grupúsculo de vulgares porristas que (la mayoría amparada en el anonimato y la cobardía, utilizando las llamadas “redes”) han continuado con el vilipendio y la calumnia, haciendo exactamente lo mismo, o peor, que aquello que condenaban en sus “enemigos” políticos (en realidad, parece que siempre han estado ahí, junto con ellos y sus prácticas).
¿INGENUIDAD O PROPÓSITO?
Con la difamación al gremio periodístico de Sinaloa (por parte de una de los suyos) Morena se ha rebajado al no asumir una clara postura frente a la diputada delincuente y sus desvergonzados seguidores.
No hay error al señalar que están minando el capital político de AMLO, el mismo que les sirvió de escalón para ocupar representaciones que ni siquiera soñaban, y muy probablemente no sea por ingenuidad o simple limitación de miras, sino que haya un propósito en ello.
¿OTRA VEZ, UN PAÍS DE MENTIRITAS?
Y las cosas en su lugar: la diputada PES-Morenista ha calumniado y difamado, causando daño moral, lo que es un delito, colocando a profesionales del periodismo que contratan publicidad debidamente comprobada, facturada y declarada, en un ejercicio legítimo de la libre empresa, derecho plasmado en la Constitución, como si fueran delincuentes (ella lo es, sin duda, y un juicio dará debida cuenta de ello) satanizando una actividad que los políticos han humillado de común.
El daño moral es incontrovertible, cualquiera con una pizca de entendimiento lo sabe y lo reconoce, a menos que sea parte de la vulgar porra en las “redes”. En quienes “asesoran” y arman los desaguisados, la cuestión es de suyo clara.
El hecho es que estamos ante la comisión de un delito por parte de la señora Montero y si no se quiere seguir en un país, un estado, de mentiritas, forzosamente se tiene que sancionar. Lo otro sería seguir solapando la corrupción de políticos que se sienten impunes y que pueden hacer y deshacer ante la ausencia de justicia.
¡YA BASTA! ES LA EXIGENCIA DEL GREMIO
Con sus calumnias y difamaciones, la tal diputada ofendió gravemente a miembros del gremio periodístico que han dedicado toda su vida a tratar de dignificar una profesión que los políticos de todo signo (ahora el morenismo, si no se deslinda con toda claridad) han humillado y descalificado, atizando el lugar común en el coro de irresponsables.
La campaña de descalificación, que por cierto no es nueva, ha seguido, encabezada, ahora bajo cuerda, por la diputada Montero. Así las cosas, se tendrá que exigir la aplicación de la ley, sin concesión alguna.
Ya basta de humillaciones.
EN EL TINTERO
-Hay que reiterar: lo que los políticos, funcionarios, y en general la gente con relativo poder, piensan de la prensa, en arbitraria generalización, es cosa sabida. La descalificación abusiva y torpe es el denominador común, ni caso en maquillar esa penosa realidad. Ya veremos si el cambio prometido incluye no permitir el delito impune que, con frecuencia, esa percepción conlleva.
– “Asesores”, secretarios y demás yerbas, ya deberían saber que tirar la piedra y esconder la mano no dura mucho.
-Sin solución de continuidad, prácticamente en todo el país los retenes de militares, policías y delincuentes (ya no se sabe) son una verdadera calamidad para la ciudadanía común.
-Aparte de que nada resuelven, gendarmes de todos colores y denominaciones detienen sin motivo a quien les da la gana. La Constitución establece que eso es un delito y no hay reglamento que esté sobre ella. Les vale ¿y las flamantes CDH?
-De manera desvergonzada, sigue la GNP de los millonarios Bailleres (ahora en líos griegos y australianos por la modelo que apareció ahorcada en un yate de su propiedad) sin asumir su responsabilidad en el caso del siniestro número 62992342, ocurrido en la ciudad de Culiacán el 19 de agosto de 2016, “cuando ni siquiera pagó la grúa para llevar el carro al taller”.
-Para eso cuentan con la complicidad de condusefes, profecos y juzgados. Vamos a ver si eso se acaba con el cambiazo prometido. Por lo pronto, poderoso caballero sigue siendo don dinero.
-El apunte, también en Vértice de Sinaloa; Línea Directa; didaktica; Sitio Telles y en “voces del periodista”, revista del club de periodistas de México. ([email protected]).