EL SALÓN DE la Fama del beisbol mexicano tiene nuevos inquilinos. En días pasados se llevó a cabo el conteo de votos donde siete nuevos elementos ingresan a la inmortalidad dentro del beisbol mexicano… Como cosa curiosa, le diremos que de esos siete elementos seis fueron jugadores de primer nivel, pero el número siete, en este caso dentro de la faceta de mexicanos en Grandes Ligas, los aficionados mexicanos jamás lo vieron lanzar en los diamantes mexicanos, nos referimos al michoacano Yovany Gallardo, un mexicano que la historia nos indica que junto a su familia desde muy pequeño partieron de La Piedad, Michoacán, en busca del sueño americano. Aunque es un jugador netamente mexicano, la afición se quedó con ganas de verlo lanzar en el país, primero cuando fue tomado en un draft por los Cañeros de Los Mochis en la Mex-Pac, Gallardo decidió tomar la decisión de no jugar en México, como fue también el caso del sonorense Marco Estrada, quien llegó en las mismas circunstancias que Gallardo al país de las barras y las estrellas… Claro que Gallardo cuenta con todos los méritos para quedar inmortalizado en la pelota mexicana, simplemente le diremos que es el tercer mexicano con más victorias en la gran carpa al retirarse con récord de 121-101, detrás de Fernando Valenzuela y Esteban Loaiza, un récord que estará en chino que llegue otro nacional y se acerque a esas cifras que dejan estos tres mexicanos. En total de la lista son cinco pícheres mexicanos que sumaron más de 100 triunfos en su carrera, ya que habría que apuntar al regio Jorge de la Rosa (104-87) y al tamaulipeco Ismael Valdez (104-105). Al mochitense Teodoro Higuera le faltaron seis triunfos para sumar la centena de victorias… EN el conteo de las boletas, Gallardo como quien dice no tuvo rival al frente, ya que fueron 23 sufragios a su favor y quien más se le acercó fue Karim García con 10.
EN CUANTO a la lista de los jugadores que ingresan, no cabe duda que todos cuentan con los méritos más que suficientes para estar en el Salón de los Inmortales. Y es que aquí, hay que decirlo, “fueron parejos” los integrantes del comité elector ya que recordamos años atrás cuando nos tocó ser parte de dicho comité, por lo regular en las boletas aparecían muchos jugadores con más méritos en la pelota de verano, y como quien dice “hacían montón” los colegas para darle más méritos a jugadores que si bien es cierto no se les quitan los méritos, pero como que pasaban desapercibidos en el beisbol invernal mexicano… En este 2024, casos como los lanzadores Juan Manuel Palafox y Cecilio Ruiz, así como los jugadores de cuadro Ramón Orantes y Miguel Flores, los cuatro fueron de los llamados “caballos” en las dos principales ligas que existen en México. Méritos más que suficientes para ser inmortalizados, los números ahí están, dos de ellos como son Cecilio Ruiz y Ramón Orantes, dejaron honda huella con los Cañeros de Los Mochis, especialmente Ramón Orantes, quien desafortunadamente no tuvo mucha fortuna cuando estuvo como manager. Cecilio Ruiz, que llegó de los Águilas de Mexicali a los Cañeros, también fue de las figuras. El tabasqueño era algo especial cuando veía a un grupo de reporteros reunidos en los entrenamientos, salía por otro lado al campo de juego, Ruiz no era muy dado a las entrevistas, pero hablaba más en el montículo… Juan Manuel Palafox, egresado de Pastejé, se puede decir que tuvo dos épocas: la primera en la etapa de novato cuando enseñaba cosas muy buenas, pero una lesión lo marginó. Después regresó para convertirse en una figura en los dos circuitos, incluso a Palafox se le vio en la Liga Clemente Grijalva con aquel equipo que se denominaba “Malova-Jahuara”.
EN EL CASO de los Veteranos quizá muchos aficionados no recuerdan muy bien al zurdo Ricardo Sandate, en lo personal lo recordamos con los Mayos de Navojoa. Un pícher que en aquel tiempo lo mencionaban como un lanzador con muchos pantalones, en el Verano es más conocido con Poza Rica en los años 70. Sandate tuvo, si no el apoyo total de los miembros del comité elector, sí los suficientes para dejar atrás a Luis Alfonso Cruz (15) y Fernando Villaescusa (11). Las nuevas generaciones de aficionados quizá no conozcan a fondo al popular “Cochito”, el original y papá del actual Luis Alfonso Cruz, Fernando Villaescusa, un segunda base hermano de Antonio, quien también brilló en el cuadro… Y difícilmente vendrán los recuerdos con Emilio Sosa, quien era un jardinero de primer nivel. La carrera de Sosa fue más sólida en el verano y en invierno se le vio enfundado en la casaca de los Cañeros de Los Mochis hace ya muchas primaveras, igual el caso del nativo de Empalme, Jaime López, quien en aquel campeonato del 84 fue parte del roster de los Cañeros en calidad de refuerzo. López y “El Cochito” Cruz, también fueron de los jugadores que se vieron en los campos de la Liga Clemente Grijalva.
AUNQUE ya no se ha tocado el tema de Esteban Loaiza, quizá en algún momento desempolven el caso del tijuanense, quien ha externado que uno de sus máximos orgullos sería el estar en el Salón de la Fama… Desafortunadamente los altos mandos han externado que ese punto negro del exlanzador lo han puesto en la lista negra y lo que se ha comentado es que el nombre de este serpentinero quizá no aparezca nunca en las boletas, pero como dicen es de sabios cambiar de opinión, o quizá caiga aquello de que “el que esté libre de pecado que tire la primera piedra”. La verdad que sí hay que decirlo, Loaiza, quien cometió el error de engancharse en negocios sucios que lo marginó del beisbol y que incluso lo llevó a tener una situación económica que no va acorde a la gran calidad que enseñó y que le dio grandes sueldos, en la actualidad lo ha tenido marginado y por ahí ha aparecido como instructor de pitcheo con el Águila de Veracruz. El exlanzador tiene muchos méritos, más que varios que llegaron a las Grandes Ligas, pero como mencionamos, la mentalidad de los altos mandos es otra y ese pecado quizá lo aleje de esa posibilidad de estar en alguna ocasión en el Salón de la Fama.
AUNQUE ES prematuro podemos mencionar el caso de Julio Urías, quien pudo haber sido el mejor pícher mexicano dentro de la historia. Quizá suene exagerado, pero ¿qué pasará con el zurdo de Culiacán cuando llegue su momento del retiro? Aclaramos que es bastante prematuro y un poco exagerado el comentario, pero el expediente del lanzador tiene una mancha bastante negra y su futuro a su corta edad es incierto, porque hasta el momento no se ha sabido nada y quizá pudo haber terminado su carrera en las Grandes Ligas. Y para agrandar el tema ¿Podrá el “Chicote” Ayala llegar al Salón de la Fama o aparecer en las boletas?… Hay que recordar que el mochitense es el expelotero incómodo para los directivos debido a su franqueza y su forma de defender a sus compañeros. Digamos que cuando abre la boca es para incomodar a más de tres… OTRAS preguntas, quizá sin respuestas, los casos de Óscar Rivera y Guadalupe “El Bronquito” Leal, dos peloteros mexicanos cuyo destino fue bastante trágico. Ambos tienen números para ingresar al nicho de los inmortales, pero su destino fue otro y bastante conocido por la afición mexicana, tanto Rivera como Leal dejaron huella tanto en verano como en invierno… EN Alguna ocasión nos tocó escuchar a un expelotero que en lugar de darles una placa o un trofeo, quizá lo mejor sería darles una mejor calidad de vida, sobre todo para aquellos peloteros que vivieron días gloriosos, pero al paso del tiempo su vida dio un giro de 180 grados. ¿Cuántos peloteros se ha sabido que han muerto en la externa pobreza y cuántos viven en circunstancias muy diferentes a su etapa de opulencia?… GBDTN.