El problema real, la controversia, el conflicto, está entre el capitalismo, a nivel de las naciones y del mundo, y las políticas que tienden a paliar, siquiera, las ominosas consecuencias desatadas por la lógica de la ganancia, a como sea.
El sistema capitalista, les guste o no a sus defensores, se basa en la desigualdad, la inequidad y los privilegios para los dueños del dinero (que si con su solo trabajo fuera, no lo tendrían).
Consumismo, enajenación, asimetrías dramáticas, descomposición social, es lo que acarrea el tal sistema que, aunque no lo alcancemos a ver, la vida es breve, habrá de ser desterrado por la humanidad, cuando recupere la cordura.
Esa es la cuestión, los dueños del dinero y sus epígonos, con Estados Unidos al frente, contra cualquier intento de transformación que ponga en riesgo ganancias y privilegios del gran capital.
No nos hagamos bolas, lo demás es retórica barata, que pretende justificar lo injustificable. Todo mundo lo sabe.
Y es lo que, independientemente de las desviaciones que se pudieran dar, explica lo acontecido en Perú, con el beneplácito de la embajada gringa. Ese es en realidad el fondo de la cuestión.
¿Qué algunos se frotan las manos en México? Sueños guajiros.
OBSCENAS “UTILIDADES”
En efecto, mientras el crédito a empresas y familias ha disminuido, las ganancias obtenidas por los bancos privados que operan en México alcanzaron entre enero y agosto pasados una cifra récord de 152 mil millones de pesos, 25.8 por ciento más que en el periodo comparable de 2021, con datos de la propia Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Esa tasa de crecimiento de utilidades de los bancos triplicó a la de la inflación anual y es más de diez veces el índice de crecimiento económico.
Aquí ya lo hemos dicho y reiterado, con los referentes a la mano: es el paraíso mexicano de los dueños del dinero, con el neoliberalismo en auge, gozando los banqueros de un trato privilegiado, de excepción, digan lo que digan.
Son “ganancias” que hemos calificado de obscenas en un país con miseria y grandes problemas para el consumo de lo indispensable.
Pero, contra toda lógica, los banqueros tienen defensores, incluso en la llamada cuatro T.
AUMENTO HISTÓRICO
Veinte por ciento de aumento al salario mínimo. Pasa de 260.34 a 312.41 pesos diarios en la frontera norte, y de 172.87 a 207.44 pesos en el resto del país. Son mil 500 y mil 52 pesos mensuales, respectivamente.
En efecto, es la mayor alza de la que se tenga memoria.
A fines de 2018 se anunciaba, con bombo y platillo, que el salario subía a 88 pesos con 36 centavos, 3.9 por ciento, el porcentaje casi inamovible en prácticamente todos los años anteriores.
Véase la diferencia.
Eso, sencillamente, nunca habría pasado con ningún gobierno anterior, ni pasaría si regresaran. Es un secreto a voces.
¿La Panacea? No, pero sí una clara diferencia entre gobiernos, los anteriores, entregados por completo al capital y otro, el actual, no tanto. Las cosas como son.
EN EL TINTERO
– Como el negocio con el tal COVID bajó, ahora a magnificar otras “variantes” y novedades. No tienen llene los laboratorios, farmacéuticas, clínicas y no pocos médicos. Para eso tienen a su disposición lo que los cubanos llamar “Radio Bemba” (el vil mitote).
– La regularización de los llamados “autos chocolate” ha dejado, a catorce gobiernos estatales, 2 mil 231 millones de pesos que, según se ha dicho, serán para pavimentar calles. Son 892 mil 722 vehículos por los que se ha realizado el pago de 2 mil 500 pesos para regularizarlos. A Sinaloa le tocan casi 138 millones de pesos.
– Pero sigue habiendo una gran cantidad de vehículos irregulares en las calles de todo el país, muchos son de lujo y de modelos que no entran en el programa. ¿Qué se hará?
– Se aprobó el llamado “Plan B” en la Cámara, pero es poco en contraste con la reforma que se rechazó por el prianredismo. Seguirá la feria de “representantes” alquilados, el gasto superfluo e injustificado para partidos y más. A ver hasta cuándo.
– Ya lo hemos dicho: la polarización, la división y los conflictos internos en los partidos políticos son ya inevitables.
– Errores de la llamada “cuatro te”, no solo la señora Téllez y el senador Martínez. En Sinaloa lo hemos visto con el caso de alcaldes en las principales ciudades. Aprender y no repetir, sería la divisa. Se verá si se siguen equivocando o corrigen.
– En efecto, como señala el crítico lector, hay jugosos negocios “culturales” en Sinaloa, al amparo oficial, que se deben investigar.
– Habrá que reiterar: como dijo Aristóteles: “Amicus Plato, sed magis amica veritas”. ([email protected]).