Culiacán, Sinaloa, 07 de marzo 2025. Cuando la visita del emperador Caracalla a Roma era de carácter público, aparte de las termas se dejaba ver por el Foro, a donde previamente enviaba informantes, pues bien se cuidaba de estar al tanto de todo lo que sucedía en la metrópoli y en las provincias.
Sin embargo, la información que recibía estaba naturalmente contaminada y se daba de acuerdo con los intereses de quien promoviera las especies, fueran cónsules, senadores o patricios poderosos, todos aquellos que también tenían a su servicio informantes y propagandistas, de modo que lo que se recibía de era de dudosa credibilidad, para unos y otros, lo que daba lugar con frecuencia a problemas que no tenían un origen sustentable, fuera de las habladurías propaladas.
Ahora que, en cierta medida, la manipulación de buena parte de la información que llegaba al emperador era un tanto contrarrestada por sus propios canales oficiales, a cargo de empleados de la mayor confianza, de modo que le era posible contrastar versiones.
De cualquier manera, esos mismos canales encontraban limitaciones en su apego a la verdad, pues el ánimo del jerarca determinaba con frecuencia su reacción al escucharla, así que la precaución llevaba, de nuevo, a maquillarlo todo.
DE LA PIEDRA AL PAPIRO
Pero aquello no inició con Caracalla pues desde antes, en tiempos de Julio César, se publicaba en Roma el acta diurna, con los avisos oficiales, de juicios y procesos legales; se destacaban los sucesos de mayor importancia, se anunciaban nacimientos, matrimonios y decesos; se contaban las hazañas de los gladiadores y los resultados de los juegos, e incluso el acta incluía partes destinadas al entretenimiento y la simple relatoría de escándalos y chismes.
Las actas se colocaban en los lugares públicos, en las termas y en los mercados. Al principio, en el siglo II, antes de Cristo, el acta era grabada en piedra, o en metal, pero ya en el siglo uno de nuestra era se escribía a mano, en papiro.
LOS INICIOS DE LA MANIPULACIÓN
Fue Julio César quien decidió que también se hicieran públicos en el acta los acuerdos y negocios tratados en el Senado; después se incluyeron los asuntos de los tribunales, de las asambleas populares, y avisos de casi todo tipo, hasta de matrimonios y fallecimientos, que en tablillas se colocaban en el Foro.
Toda la información era previamente seleccionada por las autoridades, de modo que lo que se divulgaba era de su conveniencia, así que la libertad de expresión no se daba, como tampoco en la que recibían los amos de sus esclavos griegos que les contaban los ires y venires del Foro, buscando siempre el halago, el elogio del amo y, por lo mismo, se guardaban toda expresión negativa, que las había.
EN MÉXICO, LA MISMA FUNCIÓN
Ahora, con otros patrones (la oficialidad les ha cancelado en buena medida dinero y privilegios) pasa lo mismo con propagandistas de igual función y propósito.
En la actualidad, la prensa de la manipulación y el engaño sigue al servicio de intereses localizados, que no son los oficiales.
Los voceros de la “oposición” mexicana se alinean con las oligarquías de allá y de acá, con la corrupción política y con el gobierno de Estados Unidos.
Esa es la realidad, dígase lo que se diga.
IRRACIONALIDAD Y DISPARATES
En efecto, no hay congruencia en los disparates trumpianos y, como lo he venido diciendo, no va a comer lumbre.
Las mentiras, el autoelogio, un mesianismo ridículo y la adherencia de lo más inculto del pueblo estadounidense, con el servilismo extremo del partido republicano, Trump se adentra en aguas cuya profundidad no ha calculado.
En el caso de México, desde siempre vilipendiado por la oligarquía gringa y los extremistas irresponsables, se está equivocando y perderá, si el gobierno pone en primer lugar la defensa, con todo y sus consecuencias, de la soberanía nacional.
Estados Unidos se acerca más a ser un narco estado: nada hace por desmantelar la red de distribuidores de drogas que operan en cada esquina de sus grandes ciudades.
Pretende ignorar que la epidemia del fentanilo fue provocada por su propio gobierno, al autorizar a las grandes farmacéuticas a lucrar con la droga.
Está, ese gobierno, a la orden de los armeros y su sistema bancario y financiero al servicio de los lavadores de dinero.
EN EL TINTERO
-Más se hunde lo que del PRI queda con su negativa a defender a México.
-J. D. Vance, el vicepresidente de Estados Unidos, es lisa y llanamente un tonto útil. ([email protected]).