Culiacán, Sinaloa, 26 de abril 2021. Mientras la pandemia ha golpeado con dureza a los sectores más desprotegidos en todo el mundo, el gran capital mundial, esta vez con las farmacéuticas por delante, las mismas que han encarecido sistemáticamente todo tipo de medicamentos, han “ganado” 152 mil millones de dólares, más de tres billones de pesos mexicanos.
Puede ser mucho más pues, como sucede en todos los países, los grandes empresarios siempre declaran mucho menos de lo que obtienen, y para eludir el pago de impuestos cuentan con un ejército de abogados y contadores.
De esa “ganancia”, leonina e inmoral, el gobierno mexicano está pagado una buena parte: tres dólares por cada vacuna de AstraZeneca y entre 20 y 25 por las de Pfizer y Moderna.
PARAR EL DESCARADO ABUSO
En tanto, en todo el mundo aumenta el reclamo de que suspendan las “protecciones” que la Organización Mundial de Comercio (OMC) otorga a las farmacéuticas para que sigan controlando la fabricación y distribución de las vacunas contra el llevado y traído Covid.
Se han sumado a ese justo reclamo legisladores, de Estados Unidos; líderes sindicales y organismos de defensa del consumidor, además de cien países. Hasta ahora son más de dos millones de peticiones.
Se trata de que haya acceso universal a recetas y materiales para producir las vacunas, poniendo por delante el derecho universal a la salud, en lugar de las leoninas ganancias del capital.
El próximo día cinco de mayo, en reunión de la OMC, se abordará el asunto.
Es difícil que se ponga un coto al gran capital, pero esperemos.
CAPITALISMO CORRUPTO
Como en su momento lo comentamos aquí, la organización Transparencia Internacional (TI) afirmó que el abatimiento de la extrema pobreza, fijado por la ONU para el año 2015, era “un objetivo impensable si antes no se combate la corrupción que se extiende entre los gobiernos del Tercer Mundo”.
Pasan los años y las cosas están peor, pero no solo en los países dependientes, también en las metrópolis, como se está viendo.
Peter Eigen, presidente de TI, señaló a la corrupción como “una causa mayor de la pobreza y, a la vez, una barrera para superarla”. Lo es, sin duda, pero no la única causa.
Y si en el llamado “Tercer Mundo” la corrupción es mucho más notable, en realidad se trata de un mal que acompaña a las relaciones capitalistas en todas partes.
Por lo demás, la ONU, IT, OCDE y demás, se han equivocado de punta a punta en sus pronósticos de “abatimiento de la pobreza”, pues dejan de lado lo que es inherente a la lógica de la ganancia, la acumulación enfermiza del capital y la consecuente inequidad que campea en el mundo.
Y con eso mejor no se meten.
DEL TAL DEBATE
En el debate del jueves pasado, entre las y los candidatos al gobierno de Sinaloa, quedó claro que la cultura política está ausente en la mayoría de ellos.
Al menos cuatro de quienes participaron se dedicaron en todo momento a insultar y calumniar sin presentar prueba alguna.
Lo conducente es exigir es que si alguien acusa, pruebe, de lo contrario quedan como vulgares charlatanes.
Si nos atenemos a las propuestas, y el compromiso ciudadano que un aspirante a gobernar Sinaloa debe tener, en el debate destacaron Rubén Rocha Moya, Tomás Saucedo Carreño y Rosa Elena Millán.
Lo demás, medianía y promoción del morbo colectivo, rebajando al electorado, al pensar que solo con insultos y calumnias pueden motivar su voto.
EN EL TINTERO
-La privatización de las cárceles, no sólo en México, tiene tiempo siendo un extraordinario negocio de empresarios leoninos en complicidad con gobiernos corruptos. En nuestro país se les han entregado a esos “concesionarios” miles de millones de pesos y siguen reclamando pagos. Urge poner un tajante alto a esa sinvergüenzada. ([email protected]).