Andrés Manuel López Obrador ya empezó con sus conferencias mañaneras y empezó dictando agenda:
Que si se cae la reforma educativa, que si la reforma a las universidades, que si la seguridad pública, que si en el extranjero los becarios agarran mañas… etc, etc.
Estamos ante un Presidente que desde temprano está diseñando su estrategia de comunicación y su maniobra de gobierno lo hace para el resto del día.
Según Peña Nieto se dormía a las 3 de la madrugada y se levantaba pasadas las 9 de la mañana, pero en este juego nuevo el Presidente se levanta al alba y tempranito dicta las notas que correrán por el transcurso del día.
Esta practica las tenía cuando era jefe de gobierno de la Ciudad de México, las hacía más temprano para marcarle el ritmo al Presidente Fox.
López Obrador se maneja mucho con símbolos, con formas, se limpia la corbata cuando habla de tregua, se ríe cuando va a atacar, apunta y alza la voz cuando quiere dejar algo muy claro, pero al Presidente aunque su voz tiene la misma cadencia, las mismas pausas, la mirada ya se le ve cansada. El poder desgasta y más a quien no lo tiene.
En estos días, el Presidente juega a ser tres en él mismo: un día toma la protesta ante rituales pareciéndose a Madero, anda de gira y da golpes desde lejos fingiendo como Lázaro Cárdenas, pero al Presidente que más se parece es a Benito Juárez, defiende a ultranza la República; al igual que Guillermo Tell, el Presidente López Obrador lanza las flechas mediáticas con tal precisión que sabe incomodar a sus opositores.
El Presidente López Obrador al igual que Juárez pone ante todo la austeridad y bajo ese principio es con el que contragolpea a los demás poderes o instituciones que no se someten a sus designios.
Madero no pudo con los militares y eso que se rodeó de los mejores, incluso cuando fue detenido en la ayudantía de Palacio Nacional junto con Pino Suarez iba acompañados de un tercer detenido: Felipe Ángeles fue el tercer detenido.
Cárdenas sacó del país a Plutarco Elías Calles en la madrugada y eso que andaba lejos.
Juárez se rodeó de una generación de liberales ilustrados pero no dejaba ningún espacio a que se dudara de su autoridad.
López Obrador, les está ganando a la Suprema Corte en el tema de los mega sueldazos, no sólo les ganó, los puso contra la pared y, es que, eso muestra que el Poder Judicial no está unido, ya que el Ministro Luis María próximo a salir nunca tuvo todas las canicas, 30 y tantas rondas nos lo demostraron cuando fue elegido.
Ante esta embestida al Poder Judicial de López Obrador todo parece indicar que el próximo Ministro Presidente sería el Ministro Zaldívar quien no tiene carrera judicial, lo cual puede demostrarnos que podría haber una nueva época en la Corte.
El mensaje que no entendieron en la Corte por apegarse al derecho, es qué la justicia debe estar de acorde a lo que dicta la calle y debe de costar a precio de la calle, además, no supieron en la “Suprema” darse a respetar, no supieron parar la embestida.
Después de lo que viene no se quejen… No supieron enfrentar al Presidente por sus propios cauces, la embestida va a seguir y si siguen, por lo que se ve los pueden llevar a consulta y como el NAIM la tienen perdida.
En todas las transiciones que se tenga historia, la izquierda siempre salvaguarda su régimen quedándose con la Corte. La 4T va por su propia Corte y la Suprema no lo vio venir ¡Que raro! Tan vivos que son.