Una consulta popular bien planeada y ejecutada puede ser una herramienta importante para medir el sentir de la ciudadanía sobre un tema.
Su uso perverso y manipulado puede también generar dividendos políticos a los promotores e incluso “lavarse las manos” en la toma de decisiones complejas.
Hay asuntos que no pueden ser sometidos a la consulta ciudadana. Porque en una consulta no todos los participantes disponen de información y conocimientos que los lleven a tomar la decisión más adecuada.
Hay temas que deben ser resueltos mediante la información que se recabe de los expertos, porque mucha gente con frecuencia responde no en función del conocimiento que tenga, sino del sentimiento, con el corazón, no con la mente.
En muchos asuntos la gente no tiene datos equilibrados y confiables como para entender a plenitud las consecuencias que tiene un sí o un no cuando se le pregunta, para emitir una opinión razonada y fundamentada en información dura.
Uno de esos temas que se deben mantener al margen de las consultas populares es el de la salud. Eso es cuestión de vida o muerte. Con la salud no se juega.
El fin de semana pasado en Mazatlán se realizó una consulta popular en la que se le preguntó a la gente si quería que se realizara el carnaval 2021 en el puerto, debido a los riesgos de salud que ello implicaría por la pandemia del COVID-19.
El carnaval es parte de la historia de Mazatlán, que se vive con intensidad cada año, que para los mazatlecos tiene un alto valor sentimental, más allá de su relevancia económica.
Fue tan baja la participación que el resultado ni tan siquiera es vinculante de manera obligatoria. Pero la mayoría de las opiniones fueron en contra. Qué bueno.
Pero este tipo de decisiones, por su seriedad, corresponde tomarlas a la autoridad, previa consulta con expertos en la materia. Pueden tener un costo político, es cierto, pero el ejecutivo no puede estar trasladando una obligación suya en un tema tan complicado, a los ciudadanos.
Sencillamente hay responsabilidades que se tienen que asumir, con todos los riesgos que ello implique.