El que funcionarios de primero y segundo nivel salgan a la calle a recolectar la basura no representa ni tan siquiera un atenuante ante el serio problema que se padece por la suspensión de ese servicio de parte de PASA, pero sí es un hecho retórico importante con el que el gobierno municipal pretende enviar un mensaje a la ciudadanía.
Se trata de convencer, conmover y persuadir a los ciudadanos, de que hay auténtica preocupación ante el serio asunto, de que los vean, que todos los funcionarios están metidos en la búsqueda de una solución, y que ante ello la sociedad debe también involucrarse. Y eso me parece correcto, mientras la estrategia no se personalice y alguien se la adjudique para sacarle tajada política.
También, es importante llamar a las cosas por su nombre. Dice el secretario del Ayuntamiento de Guasave, José Luis Guerrero, que lo que está pasando de ningún a manera alcanza el nivel de crisis, se siente confiado en una solución rápida y hasta parece no dimensionar la gravedad del problema.
En realidad, en algunos sectores de la ciudad y del medio rural están sufriendo por la acumulación de los desperdicios, soportan la pestilencia por su descomposición y temen que esto se des borde a un asunto sanitario.
En el estricto sentido de la definición del término “crisis”, tenemos una crisis en Guasave a raíz de que la empresa PASA, concesionaria del servicio de recolección de basura, decidió suspender actividades, y de la incapacidad de la autoridad, por la falta de recursos, de hacerle frente al problema en términos medianamente aceptables.
Una elemental definición “crisis” establece que es “un cambio negativo, una situación complicada, difícil e inestable durante un proceso”. Eso es precisamente lo que estamos padeciendo en Guasave a raíz de la suspensión del servicio en todo el municipio.
El Ayuntamiento ha respondido con los recursos disponibles, pero estos no son suficientes para alcanzar una reacción de acuerdo a la gravedad del problema que se está registrando, y es evidente que por sí solo no está en condiciones de lograrlo y por tal motivo requiere de una ayuda externa y extraordinaria.
No es solo cuestión de voluntad, que se observa la tienen los responsables de las diversas áreas que se están involucrando en enfrentar la crisis, ni de capacidad y creatividad, sino de disponibilidad de los recursos necesarios para actuar.
La propia alcaldesa está al frente de las acciones y sabe la verdadera dimensión del asunto. Por eso ha llamado a todos a un frente común, incluidos los síndicos.
Lo hemos dicho y lo reiteramos: ni la maquinaria pesada, ni los camiones, ni el personal son suficientes y tampoco se dispone del dinero para sufragar los gastos que un operativo como el que se requiere generaría.
No es de nuestro agrado el que se acuerde con PASA la reanudación del servicio bajo las actuales y leoninas condiciones. Creo que desde que la empresa llegó hace unos 17 años, ha salpicado a muchos gobernantes y funcionarios de corrupción. Las consecuencias de todo esto se están padeciendo ahora.
Pero hay obligaciones que se tienen que cumplir con la empresa, porque están debidamente estipuladas en contratos legales, con todo lo abusivas que éstas puedan ser. No hacerlo tendría consecuencias jurídicas muy serias con sus respectivas secuelas económicas.
Se debe negociar su retorno si es necesario, o pensar desde hoy en una alternativa a mediano plazo para enfrentar la situación con recursos propios, pero reconociendo la gravedad del problema.
Lo dijimos ayer y los reiteramos hoy: “Es deseable que el gobierno municipal esté dimensionando realmente la gravedad de la crisis que se está padeciendo por la suspensión del servicio de recolección de la basura por parte de la empresa PASA, porque si no es así, podría alcanzar niveles más serios”.
Ojalá y el asunto pueda resolverse, como lo dice el secretario del Ayuntamiento, José Luis Guerrero, en una semana. Pero que no se diga que no hay en este momento una crisis. La hay, aunque podría tomar mayores dimensiones en los próximos días si no se toman las medidas correctas.
Hay ahora una crisis en materia de recolección de basura el municipio, y la están padeciendo miles de habitantes de sectores de la ciudad y comunidades del medio rural por donde aún no pasa una unidad recolectora del municipio, y que por su cantidad insuficiente seguramente tardarán semanas en hacerlo.
Esto es una crisis. Que se puede agravar es otra cosa. Reconocerlo es el primer paso hacia su solución.
