Fue enfático el subsecretario de Salud y vocero del gobierno federal sobre el coronavirus, Hugo López-Gatell, quien ayer desde su conferencia vespertina en Palacio Nacional alertó que en Culiacán las cosas no van bien ante la pandemia. Dijo que la capital sinaloense rebasó todos los pronósticos de contagios por COVID-19, así como la predicción en cuanto al número de camas que se iban a necesitar.
Por si fuera poco, Gatell lamentó que Culiacán ya iba bajando en la curva de la epidemia, iba saliendo de lo peor, sin embargo, “entró a una segunda curva” y por ello es mejor que los culichis permanezcan en sus casas y le pidió a las autoridades sinaloenses no bajar la guardia y reforzar el cierre de los espacios públicos.
Pero minutos después el secretario de Salud del estado, Efrén Encinas Torres, salió al paso ante las palabras del funcionario federal y, de nuevo aplicando la “regionalización”, aclaró que Sinaloa no está rebasado por la pandemia, al menos no en lo que refiere a la capacidad hospitalaria, y dijo que los pronósticos que fueron superados son los hechos por el gobierno federal, y no por el estatal.
¿Presenciamos un choque entre los dos niveles de gobierno? No tanto así, hubo discrepancias sobre la cuestión de “estar rebasados”, pero por lo demás Encinas coincidió con López-Gatell sobre la necesidad de reforzar la prevención y los cuidados, y de no hacer reaperturas pues todavía es mucho el riesgo. Más allá de jaloneos entre el estado y la Federación lo que debe generar este llamado es que los ciudadanos tomen consciencia de que seguimos en una etapa crítica de contagios…
Ante estos mensajes de las autoridades sanitarias, sin duda se antoja más difícil la reactivación de la economía sinaloense en los próximos días. A pesar de que muchos esperaban el próximo lunes 15 de junio como una “fecha clave”, la realidad es que no se ven condiciones para que los negocios y comercios puedan reabrir.
Por ello, evidentemente, la situación cada vez se está poniendo más compleja. Los comerciantes ya no aguantan y es completamente comprensible y están presionando como y donde puedan. Lo comentamos porque este miércoles, el gobernador Quirino Ordaz se reunió con los integrantes del Consejo para el Desarrollo Económico de Sinaloa, el Codesin, en donde se hicieron evidentes las molestias del sector empresarial.
La situación en general no está nada sencilla tampoco para las autoridades, y quizá por ello el gobernador, ante la presión y en una acción poco común en su persona, optó por decir que si por él fuera abriría la mayoría de los comercios, pero quienes han puesto resistencia son algunos presidentes municipales y legisladores que provienen de Morena.
Vaya, Ordaz Coppel se fue hasta contra el director de Financiera Nacional, la cual dijo no ha cumplido con otorgar los créditos prometidos. Insistimos, la disyuntiva entre salud y economía es un reto enorme y las autoridades tienen enfrente un panorama muy complejo. Lo real es que mientras sigamos con cifras tan elevadas de contagios y fallecimientos, los negocios deberán aguantar un poco más…
En Mazatlán la cosa no es distinta y este miércoles los vendedores de playa dejaron el miedo y salieron a la calle para reclamar les permitan trabajar para resolver la falta de alimentos y atender el hambre que los está matando. Llegaron hasta Palacio Municipal y ahí, sin estar agendado ni contemplado, les dio la cara el alcalde Luis Guillermo Benítez Torres, quien les aclaró que no hay condición para autorizar la apertura de playas, pues eso es un decreto presidencial, además que sigue siendo mucho el riesgo.
Con un tono distinto, el “Químico” les pidió paciencia a los manifestantes, refirió que él es uno de los sobrevivientes de esta pandemia, que no era su tiempo, que al final superó este mal y todo porque él no fue como otros alcaldes que se encerraron y dejaron su responsabilidad a la buena de Dios, y si se contagió fue porque salió a “partirse la madre” y atender a los ciudadanos que quedaron sin trabajo, por lo cual ahora que ha superado entiende que hay que tener conciencia y cuidarse todos usando el cubrebocas y manteniendo la sana distancia.
Sin duda, se observa en el alcalde mazatleco a alguien que ha cambiado su sentir y manera de ver la realidad ante el COVID, y hoy parecen muy lejanos aquellos días cuando decía que Mazatlán se cocía aparte del resto de Sinaloa en cuanto a la pandemia. Ahora, en cambio, les recuerda a todos que seguimos en semáforo rojo y que hay que saber esperar…
Por cierto, después de la mega manifestación delmartes pasado de los productores agrícolas, el coordinador de programas federales en Sinaloa, José Jaime Montes, no dio buenos pronósticos sobre el tema del precio de garantía de 4 mil 150 pesos para la tonelada de maíz.
El “superdelegado” calificó de legítimas las protestas, pero indicó que por las condiciones del mercado de los granos es muy poco probable que se alcancen los precios comprometidos por el Gobierno Federal y Segalmex, pues no hay dinero suficiente para cubrir un hueco tan grande. Esto no es para nada una buena noticia, y esperemos que las autoridades federales den pronto una explicación sobre qué procederá en el tema del maíz.
Pero el que de plano “escondió la cabeza” y ya no quiso decir nada tras las protestas es el senador morenista Rubén Rocha Moya. El pasado lunes, el legislador salió airoso en un video asegurando que sí se iban a cumplir los 4 mil 150 pesos, aunque no dijo cómo ni cuándo. Pareciera que cambió de parecer o algo le dijeron porque desde entonces mejor se reservó de dar cualquier opinión… Así se las gastan. O peor… Comentarios:[email protected]