En Culiacán pasan cosas todos los días: unas que hacen ruido… y otras que hacen eco. Esta que le voy a platicar es de las segundas. La nota es de Manuel Aceves y está en Línea Directa.
Se trata de un video en TikTok que se hizo viral: un chofer de camión urbano se baja en pleno puente para salvar a una iguana que cruzaba la calle como cualquier persona, con un paso tranquilo y sin pedirle permiso a nadie.
El operador, que pudo haber seguido de largo como muchos, detuvo la unidad, descendió y con cuidado movió al reptil hacia un lugar seguro.
No lo hizo por aplausos ni por likes. Lo hizo porque le nació. Así, nada más.
Y ahí está el detalle, como decía Cantinflas: cuando nadie te ve, es cuando más se nota quién eres.
No fue una hazaña épica. Fue un gesto. Pero en estos tiempos, los gestos valen oro.
Porque Culiacán —y Sinaloa en general— está tan etiquetado por el narco y las balaceras, que a veces se nos olvida que aquí también hay gente que se detiene para ayudar. Y eso también merece primeras planas.
La iguana se salvó. Pero también se salvó un cachito de la fe que tenemos en nosotros mismos.
Porque este tipo de acciones no solo salvan animales, también nos reconcilian con lo que somos: un pueblo que sabe ser generoso, aunque algunos se empeñen en pintarnos como salvajes.
Gracias, Manuel Aceves, por contar la historia.
Y gracias al chofer, el héroe sin nombre, por recordarnos que en esta tierra, la vida —toda la vida— importa.
Y efectivamente, aquí también hay quien se baja del camión para hacer lo correcto… porque en Culiacán también hay espacio para la bondad.