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El acta, la gazeta y el espectador

Desde los tiempos de Julio César, la población de Roma se mostraba interesada por saber de los asuntos que se referían en al Acta Diurna y,...

Jorge Guillermo Cano
Jorge Guillermo Cano | Jorge Guillermo Cano

Desde los tiempos de Julio César, la población de Roma se mostraba interesada por saber de los asuntos que se referían en al Acta Diurna y, con una mayoría de analfabetos (se calcula que alrededor del 80por ciento en la metrópoli y el 95 por ciento en las provincias) había quienes pedían a los que sabían leer que lo hicieran por ellos para enterarse de lo que pasaba.

Luego, además de las tablillas y papiros que pocos sabían leer, surgieron los pregoneros, pagados por el Estado, que recorrían la ciudad, los Foros y las termas gritando las noticias.

Pronto, los negociantes vieron la conveniencia de aquello y contrataron por su parte a otros voceadores que anunciaban sus productos y ofertas, exagerando y prometiendo lo que no cumplían, tal y como hoy sucede.

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También había los que estaban al servicio de patricios y senadores que, del contenido de las tablillas, hacían resaltar obras y méritos de sus patrones y, si estos no eran muy atentos, o simplemente flojos, inventaban méritos para deleite de los imprudentes que les pagaban.

LAS GAZETA DE TEOFRASTO

Más de mil 600 años después (me salto la historia intermedia) surgió en Europa La Gazette de France, un periódico fundado el 30 de mayo de 1631​ por Teophraste Renaudot, gracias a la licencia concedida por parte de los reyes de Francia para publicarlo.

Conviene destacar que esa licencia fue otorgada por el Cardenal Richelieu, primer ministro del reinado de Luis XIII y, como era de esperar, la política editorial de La Gazette estuvo ligada al poder y así siguió.

“La Gazette” tuvo larga vida y su último número apareció el 29 de septiembre de 1915. ​

EL ESPECTADOR IMPARCIAL

Otro salto temporal y vayamos a la cuna del periodismo en la antigua Provincia de Sinaloa, del entonces Estado de Occidente.

Fue en el Real de Minas de Cosalá donde se publicó el primer periódico intitulado: El Espectador Imparcial, descubierto en el mes de mayo de 1943, en el archivo del historiador Eustaquio Buelna, ejemplar que fue editado en la imprenta del supremo gobierno, en el año de 1827.

Hace cosa de cincuenta años me di a la tarea de investigar sobre el asunto (el producto está por ahí y es desde luego mucho más amplio) y concluí que, aunque no se precisa la fecha exacta en que apareció su primer número, por los sucesos a que se refiere, creo que apareció el día 11 de febrero de 1827. Otras fuentes ubican la fecha en el día 15 del mismo mes.

DE RICHELIEU A IRIARTE

La primera imprenta llegó al Estado Interno de Occidente en 1825 y, por órdenes del entonces gobernador, Francisco Iriarte Conde, se llevó a Cosalá, donde se imprimió El Espectador Imparcial, que constaba de una sola página, bajo la dirección de José Felipe Gómez.

Sobra aclarar que aquel medio no era simple espectador y tampoco imparcial, dada su dependencia de la oficialidad de entonces. Así comenzó el oficio periodístico en lo que hoy es nuestro estado.

Como lo que hoy es el estado de Sinaloa esteba integrado en el Estado de Occidente (Sonora y Sinaloa) hay quienes ponen en cuestión que “El Espectador” haya sido el primero de Sinaloa, pues en 1832, ya separados los estados de occidente, se editó en Culiacán el periódico Los Gracos.

Esa fue la polémica que tuve con el poeta Alejandro Hernández Tyler, de clara inteligencia y gran cultura, quien siempre defendió a “Los Gracos”, como el primero.

Por mi parte sigo apostando al “Espectador Imparcial”, pues Cosalá está en Sinaloa.

EN EL TINTERO

-Gazeta, con z, se considera de uso tradicional, obsoleto, según algunos, y gaceta, con c, es el término contemporáneo. Sin embargo, si la cabeza de un medio se pone con z, así se le debe referir.

-El montaje de Teuchitlán, rebasa el límite de la perversidad “opositora”, la más indigna de que se tenga memoria. Ni “campo de exterminio”, ni “hornos crematorios”, ni “cementerio clandestino”, nada de eso, solo centro de concentración de reclutados mediante las redes.

-Pero los “medios” que militan en la “oposición” no tuvieron empacho en propalar las infamias y siguen sin corregir sus patentes errores y mentiras.

-Con o sin aranceles, México tiene la capacidad suficiente para salir adelante, pero hay que poner en orden a los especuladores y a los sectores de la rapaz iniciativa privada que solo quieren pretextos para encarecer lo que sea.

-Reitero, con el delincuente Trump y sus terroristas: confrontación o sometimiento, no hay de otra. ([email protected]).

Fuente: Internet

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