En los últimos años, el término Economía Digital ha estado más presente en la sociedad. También es conocida como la economía del internet y está basada en aquella economía cuya base se encuentra en la tecnología digital.
Si bien, de alguna forma se une a la economía tradicional, porque compra y vende bienes y servicios, la realidad es que la economía digital ha transformado el mercado internacional.
El término Economía digital inició en 1995, fue utilizado por el autor Don Tapscott, el cual la definió como un “fenómeno revolucionario y abarcador”, ya que en ella intervienen un conjunto de comunicaciones, la informática y diversos contenidos que se realizan en multimedia.
Actualmente, la economía digital es utilizada cada segundo a través de los teléfonos inteligentes, smartphones, y las aplicaciones que las empresas han desarrollado para adaptarse a esta circunstancia y se encuentran en internet.
El Sistema Financiero Mundial ha tenido muchos cambios en los últimos años, la economía digital forma parte importante, ya que ha venido a modernizar la manera tradicional como las empresas funcionaban, mediante el uso de aplicaciones como redes sociales, el internet de las cosas y la inteligencia artificial en áreas fundamentales dentro de las empresas, gobiernos y en diversas áreas, como la medicina.
El avance de la economía digital afectará no solo en la parte económica, sino en áreas como el comercio y la innovación según lo señala el informe sobre Economía digital 2021, dado que se relaciona con los derechos humanos, la aplicación de las leyes, seguridad nacional derivado de la digitalización.
La banda global de internet tuvo un crecimiento del 35 por ciento en 2020, comparado con 2013, que fue considerado el de mayor crecimiento. Los datos digitales que más tráfico presentan son las redes sociales y los videos con un 80 por ciento, se estima que llegará a 780 exabytes para el 2026, en comparación con el 2020 cuando alcanzó 230 exabytes.
Por otro lado, el informe también indica que el internet está viviendo una crisis sistemática en cuanto al manejo de transparencia y rendición de cuentas. La encuesta mundial en el tema de seguridad y confianza en internet de 2019 muestra que 78 por ciento de las personas tienen preocupación sobre su privacidad en la red.
Estados Unidos y China encabezan la lista de países que participan en la economía digital impulsada por los datos, estos dos países concentran la mitad de los centros de datos del mundo, cuentan con el 94 por ciento del financiamiento de las empresas nuevas que trabajan en inteligencia artificial, tienen a los mejores investigadores en el tema, se le suma la capitalización del 90 por ciento de plataformas digitales, como Amazon, Microsoft, Apple, Google, Facebook.
Estas empresas conocen y profundizan en el valor de los datos, desde la recopilación, servicios a usuarias y usuarios, la forma como se transmiten desde la utilización de cables submarinos, satélites, la forma de almacenar datos, y todo el procesamiento que conllevan.
Uno de los ejemplos de cómo funciona la economía digital, es “Netflix”, quién comercializa alrededor del mundo películas, series y documentales a través de su plataforma, y se hace mediante pagos en línea de suscripciones mensuales y anuales.
Los riesgos
La economía digital ha venido creciendo, y ayuda a las personas a reducir distancias, a optimizar recursos en tiempos cortos. Sin embargo, uno de los graves problemas que se están presentando es la pérdida de privacidad en el manejo de los datos de tarjetas bancarias. ¿Quién protege a usuarias y usuarios? ¿En manos de quiénes están los datos de personas que ingresan sus tarjetas en internet para la compra de bienes y servicios?
Cuando se habla de temas fiscales hay amenazas latentes, como el término de establecimiento permanente, que al no tener un lugar físico y solo estar en la red, deja en estado de vulnerabilidad a quienes participan en este tipo de operaciones dentro de la web y pueden caer en actividades ilícitas.
Aún así, el sistema de pagos por la vía digital sigue creciendo, al ser utilizado por las plataformas electrónicas, mediante el uso de tarjetas de crédito o débito, conocido también como dinero móvil. Una de sus ventajas es la rapidez para realizar transacciones de forma directa y sin intermediarios.
Sin embargo, aquí es necesario plantear más preguntas: ¿Quiénes manejan lo datos que se introducen a las plataformas digitales? ¿El Estado o los particulares protegen a las personas en temas tan relevantes como los derechos humanos?
Derechos de los usuarios de Internet
La Organización de las Naciones Unidas, contempla 10 Derechos y Principios para el Internet y sobresalen aspectos como la igualdad y universalidad en cuanto al tema online.
Todas las personas tienen derecho a la seguridad y a la inclusión, lo que significa que todas las personas tengan acceso a internet.
Pero el derecho más importante y sobre el cual, se hace énfasis en este apartado es el derecho a la confidencialidad y protección de datos personales, la privacidad a la que todas las personas, mujeres y hombres tienen derecho al estar en línea.
Un aspecto relevante es que la pandemia del Covid-19 aumentó el uso y manejo de aplicaciones desde los teléfonos celulares, como una forma de evitar el contacto físico; el uso de tarjetas de crédito y débito sigue en aumento, y con ello la desventaja de protección de sus datos.
Tres potencias lideran en la economía digital
Estados Unidos, la Unión Europea y China acaparan el reino de los datos, como lo señala el Informe sobre Economía Digital 2021, pero al contar con diferentes normas hacen que sea casi imposible garantizar la igualdad para todos los países y la mayoría se ve obligada a acatar las reglas que los líderes imponen para no afectar sus relaciones comerciales.
Claudio Ruiz y Gisela Pérez, en su artículo “La medición del impacto de internet sobre los derechos humanos”, señalan que para lograr la protección de los derechos humanos en internet se requiere trabajo conjunto por parte de las empresas privadas y los gobiernos.
También es necesaria, hoy más que nunca, una mayor difusión y socialización de este tema, que permita a la sociedad en general prevenir el uso de datos personales y la pérdida de privacidad, conocer sus derechos en este mundo globalizado, basado en el respeto y la garantía de protección de datos personales y su privacidad.
Es urgente continuar el debate de este tema y se coincide con la Secretaria General Interina de la Confederación de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo Isabel Durant, cuando afirma: “La viabilidad de nuevas formas de gobernanza mundial en el tema de datos personales y privacidad en la red y el internet que incluya países desarrollados y en desarrollo además de las partes interesadas.”
Seguir innovando, debatiendo y construyendo una nueva gobernanza mundial requiere la unificación y el trabajo en equipo de cada uno de las y los actores interesadas en el tema.
