La guillotina amaneció más filosa que nunca este viernes en la Liga Mexicana del Pacífico. Los todavía campeones Charros de Jalisco y los Mayos de Navojoa cortaron el hilo –como es costumbre- por lo más delgado y les dieron las gracias a sus timoneles Roberto “Chapo” Vizcarra y Homar Rojas, de manera respectiva.
El mensaje de la organización tapatía es muy claro: o eres campeón, o por lo menos se debes calificar, o de lo contrario vas para fuera. Vizcarra los llevó a par de títulos en cinco temporadas, pero la memoria de sus directivos no tuvo capacidad de retención de esos triunfos. Roberto se va por la puerta trasera en un año de contrastes para él, pero, sobre todo, de mucha ingratitud por parte de la escuadra tapatía.
Apenas en enero pasado el “Chapo” los estaba coronando monarcas por segunda ocasión. En verano, los Saraperos de Saltillo lo acogieron ante los resultados que el sonorense había entregado a Jalisco, pero una mala racha del equipo hizo olvidar a sus directivos de las capacidades de este hombre y ¡zaz!, que te vaya bien.
Vizcarra permaneció solo unas cuantas horas sin equipo. Los Leones de Yucatán lo llevaron a su organización y la historia ustedes la conocen: ¡hizo campeón al conjunto melenudo.
Con los Charros las cosas fueron diferentes. Un equipo con poca motivación desde el arranque de campaña, una directiva que sacó la escoba haciendo cambios a diestra y siniestra, la salida de José Manuel Rodríguez y después de Japhet Amador, debilitaron al conjunto dejando con pocas armas al manager, a la postre el más perjudicado sin tener realmente toda la responsabilidad de lo que estaba sucediendo.
Vizcarra no se fue solo; su coach de banca Alfonso Jiménez y el coach de pitcheo Julio César Miranda se subieron al mismo camión,
TRIBU. ¿Qué pasó en los Mayos, que de pronto la nave comenzó a hundirse, al grado de peligrar su calificación?
Navojoa tuvo un buen arranque de temporada, permaneció algunas jornadas en la cima de la primera vuelta y de pronto comenzó a descender. Los 6 puntos de esa primera fase no son tan malos si los comparamos con la cosecha de Tomateros, Charros y Sultanes.
Sin embargo, el barco ya no pudo navegar por aguas tranquilas. Se metieron en una mala racha perdiendo serie tras serie hasta terminar con la paciencia de los directivos que hoy le agradecieron su trabajo, reemplazándolo con Matías Carrillo quien regresa a esa organización en la que tuvo el privilegio de ganar un premio de Manager del Año.
Carrillo fue un exitoso jugador y también manager. Pero su tarea con la tribu no es nada fácil. Todavía hasta hoy el equipo estaba en zona de calificación, pero si llegan a tocar fondo, ¡adiós!
Ironías de la vida. Vizcarra y Rojas pasaron por una situación similar. Ya comenté la del “Chapo”, que salió de Saltillo para llevar al título a Yucatán este año. Rojas lo hizo el año pasado: Monterrey lo despidió, Toros de Tijuana lo recogió y el hombre terminó coronando a los fronterizos.
¿Se hará esto una costumbre?