El pasado domingo se cumplió un año de la llegada del COVID-19 a Sinaloa. 366 días desde que la pandemia llegó a nuestro país y a nuestro estado, aunque pareciera que ha pasado más tiempo. La vida nos ha cambiado drásticamente y no hay ámbito social o privado que no se haya visto afectado o cambiado ante la “nueva normalidad”.
A un año de distancia, 33 mil sinaloenses se han contagiado (aunque se dice que podrían ser más) y por desgracia, más de 5 mil han fallecido. El luto ha sido una constante y ni siquiera las despedidas son como antes. Eso sí, una pequeña y tenue luz se alcanza observar en medio de la oscuridad, que es el de la vacunación. Aunque lenta y sin duda aún insuficiente, no debemos perder de vista que nunca en la historia se habían desarrollado vacunas de manera tan rápida.
En la Secretaría de Salud del estado aseguran que vamos con una tendencia a la baja, sobre todo después del repunte que hubo en enero. Esperemos así sea y hacia adelante quedan aún muchos retos en esta pandemia: seguir y avanzar con la aplicación de dosis es uno de ellos, pero también hay que empezar a analizar el regreso a las clases, pues el modelo virtual parece ya poco sostenible, y no olvidemos que el golpe a la economía lo seguiremos resintiendo todavía mucho tiempo. Son los saldos de este año que nos cambió la vida…
Tras la salida de Juan Ernesto Millán Pietsch, para irse a la dirigencia estatal del partido Fuerza por México, el gobernador Quirino Ordaz dio luz verde al nombramiento de Ramón Alberto Gutiérrez Iribe como nuevo titular de la Comisión Estatal de Agua Potable y Alcantarillado de Sinaloa. Gutiérrez Iribe era hasta ahora director técnico de la Ceapas y la toma de protesta corrió a cargo de la secretaria de Desarrollo Sustentable, Isabel Mendoza Camacho.
De hecho, de visita ayer en Mocorito, Ordaz Coppel confirmó que muy pronto estará nombrando también al relevo de Rosa Elena Millán en la dirección del Registro Público de la Propiedad, aunque no quiso adelantar el nombre. Y admitió que esta semana esta será la constante pues diversos funcionarios se separarán del cargo para irse al proceso electoral.
Pero la marcha del Gobierno Estatal de ninguna manera se verá afectada, subrayó el mandatario local. Ninguna dependencia quedará acéfala y a conforme se den las renuncias, con la misma rapidez se estará designando a los sustitutos…
Por cierto, sobre aviso no hay engaño y en el Congreso del Estado también habrá una auténtica desbandada este viernes pues se espera que los 23 legisladores de la bancada de Morena soliciten licencia. Todos buscarán la reelección o bien ganar algún otro puesto de elección popular el próximo 6 de junio. Aunque muchos eran novatos en la política, ahora que están dentro, ninguno quiere quedarse fuera.
La coordinadora del grupo parlamentario, Graciela Domínguez, también pedirá licencia -desea ser candidata a la alcaldía de Culiacán- y aún no se sabe quién quedará al frente tanto de la fracción morenista como de la Junta de Coordinación Política. Veremos además cómo se conduce el Congreso en estos meses, prácticamente con puros suplentes en los meses que le restan a la actual legislatura.
Y en Rosario andan ya por las mismas. El presidente municipal Manuel Pineda se separará de su encargo el último minuto del jueves 4 de marzo, para irse como candidato a diputado local por la alianza Va por Sinaloa en el distrito 24. A partir del viernes, entrará como alcalde interino el regidor Ricardo Núñez Ríos. Esta escena prepárese para verla en otros municipios en esta misma semana…
Las críticas más duras al acuerdo entre Morena y PAS se dan en el exterior, de parte de los precandidatos de otras fuerzas. Mario Zamora Gastélum, de PRI-PAN-PRD, se limitó a decir: “Dios los hace y ellos se juntan” y rememoró que en la campaña del 2018, Rubén Rocha Moya y Héctor Melesio Cuén intercambiaban acusaciones y señalamientos, pero ahora son los mejores cuates.
Sergio Torres, de Movimiento Ciudadano, la calificó como una alianza “maquiavélica y convenenciera”, que tiene por finalidad el “depredar” a Sinaloa. Pero eso es por fuera. Al interior, como ya le veníamos comentando, se acallaron las voces más críticas. La diputada federal Merary Villegas, que en enero se opuso abiertamente a unirse al Partido Sinaloense, solo opinó que no compartía la decisión de la dirigencia nacional, pero la respetaba. Y punto.
El “Químico” Benítez mantiene un discurso similar: el acuerdo fue del CEN de Morena y él habrá de respetarlo. Decir otra cosa lo alejaría de la candidatura. A otros, eso sí, les queda el consuelo de que en sus municipios no le van a ceder el espacio el PAS. Como a Casimiro Zamora, que puede “presumir” que en Guasave el candidato o candidata será morenista o simpatizante. Por lo menos… Así se las gastan. O peor… Comentarios: [email protected]