Ya nos hemos referido al asunto en varias ocasiones y ahora, con la “descalificación” que ha hecho de Pemex el negocio “calificador” Moody’s, es pertinente retomarlo.
Moody’s, Standard&Poor’s y Fitch Rating son “las tres grandes” entre las agencias “calificadoras” globales. Las dos primeras son las más influyentes y la tercera tiene menor influencia, aunque no deja de ser considerada entre las principales.
De las tres, sus “calificaciones de riesgo” de países, corporaciones y, en general, de entidades que manejan recursos e inversión, tanto pública como privada, aunque son especulativas, se toman como indicadores importantes en los mercados financieros.
Una descalificación puede ocasionar serios problemas a Estados nacionales, no porque corresponda a la realidad en sí, sino por las dinámicas que prevalecen en un mundo financiero regido por la especulación más rupestre.
Esas tres “calificadoras de riesgo” están controladas por accionistas vinculados al aparato bancario y bursátil de Estados Unidos, principalmente, y gestores de activos.
En evidente conflicto de interés, muchas de las empresas, propiedad de los accionistas, son usuarias de sus agencias calificadoras.
EL PORQUÉ DE LA “DESCALIFICACIÓN” A PEMEX
Pemex, actuando de manera del todo correcta, prescindió de los servicios de Fitch Ratings desde marzo pasado, para ahorrarse más de 300 mil dólares que se le pagaban, pero las otras dos, Moody’s y Standard, al parecer le siguen cobrando al igual que a otras dependencias del gobierno.
Desde luego, no les gustó la cancelación a Fitch y ponen sus barbas a remojar. Además, se suma la escalada mediática en contra del gobierno de AMLO.
Esas “calificadores”, de pésima fama pública incluso en su país de origen, cobran, y muy bien, por sus “servicios”, y según el pago, o su alineación a los intereses del gran capital transnacional es la “calificación”.
Lo que Pemex y demás dependencias del gobierno deben hacer es cancelar en definitiva los contratos con las tales “calificadoras” que, en estricto, de poco o nada sirven a los intereses nacionales.
La prueba está en que, descalificado y todo, la mayoría de los bancos del mundo se pelean por dar créditos a la petrolera mexicana.
Negocios son negocios.
CALIFICADORAS SIN ÉTICA
Hay una evidente “falta de profesionalismo y de ética” por parte de Moody’s, como en este caso ha dicho Octavio Romero Oropeza, director general de Pemex, sin la menor duda, y es vergonzoso el papel de esas calificadoras al servicio del gran capital gringo.
Lo que se debe hacer, sin sombra de duda, es romper toda relación con las tales “calificadoras”, con todas (a algunas se les paga una millonada por parte del gobierno) e ignorar por completo sus “calificaciones” interesadas.
Además, cuando de ganancias se trata, el gran capital no las toma en cuenta, como se ha visto en el caso de Pemex.
UNA ENCOMIABLE LABOR
En efecto, de enero del año pasado a julio de este año, poco más de 21 millones 681 mil pesos ha destinado, de sus propios recursos, la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) en la atención de la pandemia por COVID-19.
Además, 6 mil 100 brigadistas de nuestra máxima casa de estudios han estado en todo momento atendiendo a la población de Sinaloa en los centros de vacunación.
Los datos, dados a conocer por el doctor Jesús Madueña Molina, rector de la UAS, son irrefutables.
En tanto, no se sabe de reconocimiento alguno a la UAS de parte de los gobiernos municipales, estatal y federal.
EN EL TINTERO
-A la pregunta de un asiduo lector: si le quieren cobrar por ver un medio en internet, simplemente no lo vea. Todavía hay muchos gratuitos disponibles con la misma información (o desinformación).
-Colega de la CDMX me dice que es casi seguro que mi teléfono haya estado y/o está intervenido. No tengo evidencia hasta ahora y, aparte de los que ya han sido mencionados en diversos medios, se habla de periodistas “posiblemente espiados” con Pegasus, la herramienta contratada por dependencias del gobierno. Ya veremos.
-No paran los desmanes bancarios, agarran su dinero y después, para que se lo regresen, será por las calendas griegas. El gobierno debe poner en orden a los privilegiados señores de la banca transnacional.
-Este escribiente tiene años publicando, en este medio, y también en algunos de los llamados “nacionales” (de la CDMX, pues) que sin solución alguna (todos se hacen de la vista gorda) continúa la violación a la Constitución por parte del gobierno en los llamados “retenes”, mismos que propician la criminalidad en lugar de combatirla efectivamente. Al respecto, sólo la desvergüenza oficial. ([email protected]).
