Culiacán del caos vial, los retenes, baches y topes, Sinaloa, 11 de marzo 2019. Pertinentes los cuestionamientos que nos hace un asiduo lector, el profesor José Manuel Arredondo, quien coincide con nuestras defensas del ejercicio periodístico.
Pero ¿qué con los excesos del vulgar amarillismo, esa prensa que, por cierto, se escuda en los boletines oficiales, los blogs y sitios en las redes que son manejados por periodistas?
¿Qué con la propalación de vulgares mitotes y de información sin sustento que violenta los derechos de los señalados en muchos casos?
¿Con los derechos de inocentes que son exhibidos (y aunque fueran culpables) y de sus familiares que son víctimas del escarnio?
¿Y el silencio de la gran prensa ante las desviaciones y abusos de los poderes oficiales?
En efecto, le respondo: Hay muchas cuestiones que deben ser discutidas abiertamente. Una agenda que ya es hora de aceptar y proceder en consecuencia. La credibilidad se gana y la prensa tiene esa tarea pendiente en Sinaloa. Y en México todo.
EL DERECHO A LA INFORMACIÓN
Un poco de historia: el 6 de octubre de 1977, el entonces presidente de México, José López Portillo, envió al Congreso una iniciativa de Ley sobre Reforma Política en la que introdujo el tema del Derecho a la Información. Se agregó al Artículo Sexto Constitucional: “El derecho a la información será garantizado por el Estado”.
El 3 de noviembre de 1977 el Senado dictaminó a favor y en diciembre el artículo sexto quedó reformado. El derecho a la información sería, en lo sucesivo, al menos formalmente, garantizado por el Estado. Era necesario, entonces, trabajar en su regulación legal y reglamentaria.
Se propuso realizar consultas ciudadanas al respecto y en 1979 se iniciaron los trabajos coordinados por la Cámara de Diputados. Había, no obstante, temores de que mediante su reglamentación se limitara el derecho a la información y de que el hilo se rompiera por lo más delgado: la prensa más crítica, la independiente y marginal.
UNA CUESTIÓN COMPLEJA
Pero la reglamentación no era fácil. Partiendo de que el derecho a la información se concibe como una garantía social, cualquier forma de control podía ponerla en riesgo.
La Asociación de Periodistas de Sinaloa, que era presidida por Don Martín Mendoza, atendió la convocatoria a la consulta y decidió enviar un delegado a Hermosillo, Sonora, donde sería la regional del noroeste de México.
En asamblea se discutió la posición de la APS, se redactó un documento y quien esto escribe fue designado para acudir a la capital sonorense, en noviembre de 1979, donde debatimos con una comisión amplia de diputados federales nuestra opinión institucional.
Posteriormente acudimos a la plenaria nacional, que tuvo lugar en Acapulco, Guerrero, y una vez más logramos que la postura de la APS fuera tomada en cuenta. Delegados nacionales y prensa extranjera retomaron nuestra ponencia que fue ampliamente comentada, como había sucedido en Sonora.
No hace mucho, en las páginas del diario donde escribía, Don Martín Mendoza se refirió a esa experiencia que nos hace recordar tiempos y dinámicas que el periodismo sinaloense debería recuperar.
UNAS DE TEATRITOS
En el rejuego de la simulación, que no tiene para cuando acabar, la Comisión Estatal para el Acceso a la Información Pública (Ceaip) ha invitado a los niños de cuarto, quinto y sexto de primaria, a participar en un “concurso para ser Comisionados Infantiles de la Transparencia por un Día”, edición 2019. Que les van a dar regalos y “una divertida sesión del pleno infantil”.
En la misma sintonía, el abogado Estrada felicitó a más de cien niños y niñas de diferentes escuelas primarias de Culiacán, por presentar ponencias y/o recomendaciones “rumbo a la conformación del Plan Municipal de Desarrollo 2018-2021”. En efecto, el mismo rumbo.
EN EL TINTERO
-Este escribiente tiene años publicando, en este medio, y también en algunos de los llamados “nacionales”, que sin solución (todos se hacen de la vista gorda) continúa la violación a la Constitución por parte del gobierno en los llamados “retenes”, mismos que propician la criminalidad en lugar de combatirla efectivamente. Al respecto, sólo la desvergüenza oficial.
-Los bancos que operan en México, nada más en enero pasado, ganaron 16 mil 600 millones de pesos, 24.1% más que en el mismo periodo del año anterior, informó la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). Por eso están muy contentos y parece que así van a seguir.
-Esa ganancia, por cierto, supera con muchísimo a la estimada para la delincuencia organizada, el narcotráfico y el guachicoleo juntos. Pero la de los bancos es “legal” ¿O no?
-Según la diputada Graciela Domínguez, “al cumplirse los primeros 100 días de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se tiene un avance positivo en los compromisos que ofreció en campaña”. Los hechos evaluables, y la percepción ciudadana, que en su momento se expresará en las urnas, ya lo verán, dicen otra cosa.
-Por ejemplo, en lo que va de la gestión de AMLO, el promedio es de 94 asesinatos diarios. En ese y otros rubros, seguiremos esperando.
– ¿Qué leen, si es que leen, los diputados de aquí y de allá? –Parece asunto menor. No lo es.
-Esta columna aparece en “Vértice de Sinaloa” (verticedesinaloa.net); Línea Directa (https://www.lineadirectaportal.com); Didáktica (http://www.didaktica.com); Sitio Telles (http://www.jorgeluistelles.com) y en “Voces del Periodista”, revista del club de periodistas de México (vocesdelperiodista.com.mx). ([email protected]).