Desde la Cámara de Diputados Federal nos llega un libro que ha coordinado la Lic. Graciela Báez Ricárdez, cuyo título es CÓMO SER UN ASESOR LEGISLATIVO.
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El libro te visibiliza, te analiza y hace propuestas para mejorar el trabajo del asesor legislativo, al que se concibe como una extensión del legislador, en quien descansa en gran medida la responsabilidad de cumplir cabalmente sus funciones de representación, de vigilancia legislativa y de constructor de opinión pública. Detrás de un gran legislador hay grandes asesores.
El libro se ancla en tres ejes:
- las relaciones históricas entre saber, poder y política, y la relevancia de un cuerpo de asesores profesionales en el proceso de democratización de los parlamentos.
- Qué debe de saber un asesor.
- Qué debe saber hacer un asesor.
Un asesor influye mediante su consejo, y qué mejor que sea un consejo sabio, bien informado. Se aspira que un asesor lo sea en lo técnico y en lo político.
Un asesor parlamentario es usual en los organismos parlamentario de todo el mundo. Se trata de un técnico o profesional especializado en asuntos parlamentario y sus ramas afines. Cuya función es asesorar, aconsejar, estudiar, opinar y analizar los casos que le son encomendados hasta que éstos se encuentren en estado de trámite o de resolución legislativa. Debe de ser una persona con conocimientos profesionales o experiencia en materia legislativa, jurídica, política, economía o social.
Pero un asesor no siempre tiene el perfil idóneo, ya que el legislador adquiere durante su campaña compromisos con quienes participan en su comité de campaña, y a veces esas personas no tienen el perfil de asesor, pero aún así son contratados por el legislador.
Los congresos deben de avanzar hacia la profesionalización de sus asesores. Un modelo de profesionalización que incluya formación en Historia de México, Historia Universal, Teoría Política, Economía, Estudios de Género y Administración Pública, así como saberes específicos en áreas de técnica legislativa, oratoria de discursos y medios de comunicación.
Hoy el asesor legislativo debe de llevar las dos agendas del legislador: la agenda legislativa, que forma parte del programa legislativo anual y la agenda de la coyuntura, dado que un legislador también es un formador de opinión. Hoy los legisladores buscan la reelección, y eso se logra regresando al registro, y formando opinión a diario sobre ese electorado.
Los congresos deben de proporcionar capacitación permanente a los asesores y a los secretarios técnicos, cursos, talleres, diplomados, especialidades, y todo lo que sea posible que contribuya a su formación permanente.
