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Big Data: Ventajas y desventajas en materia fiscal

La era de la modernización va de la mano con el avance de la tecnología. En esta ocasión se aborda el uso de las herramientas de...

Araceli Tirado
Araceli Tirado | Araceli Tirado, columnista Línea Directa Portal

La era de la modernización va de la mano con el avance de la tecnología. En esta ocasión se aborda el uso de las herramientas de big data (motor de estadísticas que permite almacenar y analizar información en grandes volúmenes) en el ámbito de la hacienda pública.

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Antes que nada, es necesario reconocer el riesgo jurídico que enfrentamos como sociedad, en el ámbito de los derechos y la obligación que, en el caso de México, establece la Constitución, específicamente en el artículo treinta y uno, fracción cuarta, la cual menciona que todos los mexicanos tenemos la obligación de: “Contribuir para los gastos públicos, así de la Federación, como de los Estados, de la Ciudad de México y del Municipio en que residan, de la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes”.

El papel de la autoridad tributaria es vigilar que todas las personas contribuyan al gasto público como lo dispongan las leyes, en cualquiera de los tres órdenes de gobierno: federal, estatal y municipal.

Ahora bien, ¿De qué forma llevan el control las autoridades hacendarias? Se comenta que en nuestro país ya se utiliza la inteligencia artificial y el big data, para saber quiénes están incumpliendo mediante la asistencia virtual, y determinar el inicio de un procedimiento de inspección tributaria.

¿QUÉ ES EL BIG DATA?

Se refiere a una serie de datos, un conjunto de datos que contienen tres componentes importantes en su funcionamiento: Volumen, variabilidad y velocidad. Información que resultaría muy complejo su procesamiento o el análisis a través de métodos tradicionales, como las bases de datos.

La importancia del big data ha venido creciendo considerablemente, ya que genera datos que las instituciones, incluso las empresas no sabían que necesitaban o que se podían tener, para mejorar su eficiencia y prevenir problemas.

Hay ciertas situaciones que aumentan la complejidad del big data, porque existen muchas fuentes y muy variados tipos de datos. Algunas fuentes del big data se encuentran en internet y en empresas especializadas en almacenamiento y clasificación de información.

En cuanto a los tipos de datos que existen son: datos no estructurados, que son los videos, audios o documentos, también existen los datos semi estructurado, como las hojas de cálculo, los informes, los software y los tipos de datos estructurados, donde se dice que solo cerca del 20 por ciento son estructurados.

En 2011 se publicaron las normas de calidad de datos en la ISO 8000, pero a la fecha, no hay un instrumento científico que mida los datos de big data, su investigación, en cuanto a calidad es reciente y no existen resultados actuales.

¿QUÉ SUCEDE EN EL ÁMBITO FISCAL?

En la asistencia al contribuyente, el término de big data ha venido teniendo más uso, en la parte de crear borradores de declaraciones tributarias, las cuales resultan útiles y si bien, reducen errores, la desventaja del big data, sigue estando en cuanto, a principios del derecho, como el de transparencia, privacidad, el de igualdad o no discriminación.

La preocupación principal es que el Derecho sigue llegando tarde a los principales acontecimientos tecnológicos, la rapidez con la que suceden y la falta de elementos para medir los fenómenos tecnológicos en el presente, dificultan el contar con leyes de avanzada que protejan a la sociedad en términos de confidencialidad y privacidad en materia de datos.

La gran interrogante es ¿quién sanciona el uso indebido de estos datos? Si bien, dicha información ayuda a los gobiernos a mejorar su recaudación fiscal, lo cierto es que también limitan, incluso transgreden el derecho a la privacidad, en caso de utilizar sus datos recabados para finalidades ilícitas o que simplemente no están previstas en la ley.

Se sigue ponderando más la parte económica que el sentido humano. La protección de las personas debiera ser el tema principal en cualquier situación, más en estos tiempos, donde la tecnología nos permite avanzar a pasos agigantados, pero, poco a poco, vamos perdiendo la parte humana, la consciencia, los valores y el trato con empatía, reemplazadas por máquinas electrónicas, que generan en cuestión de segundos, lo que la autoridad requiere, sin tomar en cuenta las necesidades, situaciones y entornos bajo los cuales las personas se desenvuelven y participan en la comunidad.

Es necesario que las autoridades refuercen las leyes y ordenamientos que protejan a las personas, en cuanto a su actuación en ámbitos de la transparencia con información precisa, que mida el alcance de estas herramientas, garantizando el respeto a la privacidad, la cual sigue siendo un área clave de estas innovaciones benéficas y peligrosas.

FUENTES:

  • https://www.powerdata.es/big-data
  • GARCÍA-HERRERA BLANCO, C. (2020). «El uso del big data y la inteligencia artificial por las Administraciones tributarias en la lucha contra el fraude fiscal. Particular referencia a los principios que han de regirla y a los derechos de los contribuyentes». En: SERRANO ANTÓN, F. (coord.). Fiscalidad e inteligencia artificial: Administración tributaria y contribuyentes en la era digital. Pamplona: Aranzadi.
  • OLIVER CUELLO, Rafael (2021). «Big data e inteligencia artificial en la Administración tributaria». IDP. Revista de Internet, Derecho y Política, núm. 33 (octubre). UOC http://dx.doi.org/10.7238/idp.v0i33.381275

 

Fuente: Internet

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